Si algo hay que reconocerle a la profesora Subdelia Páez, viuda de Sevilla, es su amor y entrega por la ciudad, demostrado durante los 20 años que estuvo al frente de la Sociedad Amigos de Valencia, institución creada hace más de 70 años.
En el año 1991 la destacada docente asumió la presidencia de esta sociedad , en sustitución de Emilio Granella. La acompañaron en la junta directiva Mary Schwazemberg, Mery Acuña, Graciela Núñez de Monsalve, Luis Martínez Mainardi, Luis Ovalles Urriola y Julio Centeno.
La juramentación se hizo en el museo Casa Páez, ubicado en el centro de la ciudad, lugar donde se realizaban las reuniones los días martes de cada semana. Con el paso del tiempo se incrementaron los niveles de inseguridad en el casco central, por lo que los encuentros de la directiva pasaron a la Fundación Cipriano Jiménez Macías, de la urbanización Prebo.
Como es de imaginar, el 25 de marzo, Día de Valencia, siempre fue una fecha muy especial para esta sociedad. El área de conferencias de la Casa Páez, recibían a un buen número de ciudadanos que querían rendirle tributo a la ciudad en su aniversario.
Después de los actos protocolares de la gobernación y la alcaldía, se realizaba allí la sesión solemne por el Día de Valencia, que en todo este tiempo tuvo importantes oradores de orden, seleccionados por los miembros de la junta directiva de la Sociedad Amigos de Valencia.
La sociedad necesitaba recabar fondos para elaborar diplomas y cubrir demás gastos de la institución. Para ello organizaba elegantes cenas en la Casa Páez, donde acudía la crema y nata de la valencianidad. Eran tiempos de bonanza por eso muchas familias no tenían reparos en colaborar económicamente con las causas justas, y homenajear a Valencia, era una de ellas.
Las elegantes cenas se caracterizaban por el glamour de las damas que asistían, así como por la gran camaradería y amistad entre los comensales.
Subdelia Páez recuerda que “El glamour de la casa nos cubría de con su estela de antigüedad y sabor histórico, cómo una reminiscencia del pasado heroico de la ciudad”.
El curador de la Casa Páez era Luis Ovalles, por quien la profesora sentía mucho respeto y admiración, por el trabajo que realizaba. Cuidaba el museo con celo y formaba parte además de otras instituciones como la Sociedad Bolivariana, capítulo Carabobo y el Club de Excursionista entre otras.
La Casa Páez era uno de los sitios más visitados en Valencia, sobre todo en diciembre con el pesebre que allí se montaba y que era famoso en la ciudad.
La profesora Subdelia cita que uno de los logros más importantes que tuvo la Sociedad Amigos de Valencia en todo este tiempo, fue que se aprobara la conservación del Patrimonio Colonial, trabajo que le fue encomendado a la arquitecta Sara Atienzar y que desarrolló con mucho empeño.
Por supuesto los integrantes de la sociedad siempre defendieron los interese de la ciudad, por lo que alzaron su voz de protesta ante algún oprobio o amenaza de sus intereses. También defendieron a los habitantes y los acompañaban en sus reclamos.
Por iniciativa de la directiva se publicaron cuatro ediciones de Hijos Ilustres de la Ciudad, con el fin de que se conociera la labor de personas que lucharon y colaboraron con el desarrollo de Valencia.
Estas ediciones fueron distribuidas en distintos colegios para que la información fuese divulgada. Esto se hizo posterior a los actos especiales donde se entregaba reconocimientos a las personas que recibían la distinción como Hijos Ilustres.
Subdelia Páez, viuda de Sevilla, confiesa sentirse feliz por haber prestado sus servicios a la ciudad, siempre con respeto, amor y entrega.
Con la labor realizada se ganó el aprecio de mucha gente en la ciudad. Los periodistas reconocen su alto sentido de colaboración a la hora de reseñar los actos que organizaba.
La sesión solemne por el Día de Valencia, se realizó durante 70 años ininterrumpidamente cada 25 de marzo. Sin embargo se tuvo que suspender por efectos de la pandemia.
La docente recomienda a la nueva junta directiva de la sociedad, presidida por Ana María Correa, que intente ser oída por representantes de los poderes públicos de la ciudad, pues es necesario tener su apoyo para llevar adelante las actividades que se pretenda realizar.
