EFE
El abogado venezolano Gleider Galvis se encadenó este
viernes en un puesto de control migratorio del puente internacional Simón
Bolívar en defensa de los colombianos que han sido deportados u obligados a
abandonar Venezuela.
Galvis,
de 39 años, llegó esta mañana al puesto fronterizo de Cúcuta procedente de San
Cristóbal, capital del estado Táchira, cuya comunicación terrestre con la
ciudad colombiana está cerrada desde hace 9 días por orden del
presidente Nicolás Maduro.
Desde que
Maduro declaró medidas de excepción en una franja fronteriza del Táchira, más
de 5 mil colombianos han llegado a Cúcuta, entre deportados y los que han
optado por salir de Venezuela.
El
abogado dice que está «en desacuerdo con lo que están haciendo con los
colombianos» y como muestra de solidaridad se ha encadenado «por un
tiempo indefinido», relató a Efe su amiga Tatiana Ángel, que acompaña a
Galvis junto a los familiares de este.
Galvis,
también politólogo, de la Universidad Fermín Toro de Barquisimeto, logró pasar
esta mañana por las trochas desde Venezuela para
vivir de cerca el éxodo de los colombianos que cruzaron el río Táchira con su
vida a cuestas.
«Que
sepan que no están solos, que somos venezolanos y que estamos en total
desacuerdo con lo que están haciendo con los hermanos colombianos»,
manifestó Ángel.
A sus
amigos, que trabajan en San Antonio, el cierre de la frontera los tomó de
visita en Cúcuta y aunque tienen la posibilidad de retornar, han optado por
permanecer en la ciudad colombiana temerosos de que después no se les permita
salir más.
«Sí
nos permiten pasar, pero no nos permiten volver a Cúcuta y con la crisis en Venezuela me
da miedo volver y por eso preferimos quedarnos aquí», expresó Ángel.
Galvis ya
se encadenó en el pasado como forma de protesta por la opacidad de su Gobierno
a la hora de informar sobre el estado de salud del entonces presidente de Venezuela, Hugo
Chávez, fallecido en marzo de 2013.