EFE
El presidente de la Cámara
de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, autorizó la apertura de
un juicio político con fines de
destitución contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, por irregularidades
fiscales ocurridas en 2015.
Cunha anunció que no encontró ninguna objeción para rechazar la acusación, dijo
que no lamenta dar inicio al proceso que
será responsabilidad de la Cámara de Diputados y en su opinión, el país necesitaba
enfrentar en algún momento.
«No hago esto por motivación política y la rechazaría (la acusación) si no
estuviese de acuerdo con la ley», afirmó el presidente de la Cámara baja.
Cunha expresó que hasta ahora había rechazado 27 de 34 peticiones para autorizar el inicio de un juicio político
por considerarlas en desacuerdo con la ley o referirse a hechos ocurridos en el
primer cuatrienio de Rousseff.
«Rechacé todas las peticiones que se referían a hechos ocurridos en el
mandato anterior para respetar la Constitución pero tengo que aceptar esta solicitud porque su argumentación es correcta, no
tiene errores formales y acusa a la mandataria de crímenes de responsabilidad
ocurridos este año», aseguró.
La Constitución brasileña prevé la celebración de juicios políticos contra un
jefe de Estado siempre y cuando se comprueben razones jurídicas o los
denominados «delitos de responsabilidad», lo que atañe a los manejos irregulares de las finanzas públicas.
La petición aceptada por Cunha argumenta que Rousseff incurrió en ese tipo de
delitos al avalar una serie de maniobras irregulares que permitieron maquillar los resultados fiscales del año
pasado y que, según los órganos de contraloría, podrían haberse repetido
este año.
«Mi responsabilidad es únicamente autorizar la apertura del proceso pero
no la de proferir juicio de mérito sobre la acusación», aclaró Cunha.