Sara Pacheco
La lluvia no es preocupación para los habitantes cercanos a la avenida Sesquicentenario. Al menos no lo era en años anteriores. El conducto que divide la vía en canales de circulación contrarios tiene una amplia gama de vegetación. Incluso árboles han empezado a nacer.
La situación es muestra clara del abandono y falta de mantenimiento. Luis Aguilar, vecino, aseguró que las cuadrillas de limpieza no se acercan desde hace más de un año. “El agua pluvial nunca se ha desbordado, pero si sube. Da hasta miedo”, manifestó.
El tramo que pertenece al barrio Bella Vista está igual de descuidado, con la única diferencia que allí se notan con claridad las consecuencias y estragos del abandono gubernamental.
No obstante, la inconsciencia en los transeúntes foráneos y residentes es un aspecto clave para María Salazar. “Mira cómo está eso lleno de basura. La gente pasa y le arroja cuanta cosa tenga en la mano. En algún momento se tapará por completo”.
Penumbra fuera del metro
Salir de la estación Monumental de noche es una acción limitada a los valientes y a los que no tienen otra opción. La oscuridad total que se presenta en las adyacencias de la construcción paralizada del Distribuidor del Sur, causó pánico en Ana Castro. “Cuando salí no se veía absolutamente nada”. Este aspecto ha incrementado significativamente los casos de robo en el sitio. Ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto.