Luis Alejandro Borrero | lborrero@el-carabobeno.com
Max fue rescatado de la calle. Es un mestizo de Schnauzer y se calcula que tenga 2 años. Él también sufre la escasez. Se enteró la mañana de este miércoles, cuando estrelló su hocico contra la taza metálica vacía.
Por poco la dueña de Max llega tarde a su trabajo. Tuvo que manejar 2 kilómetros hasta un centro comercial, y esperar que abriera la tienda de mascotas, a las 8:00 am. Le vendieron 2 kilos de perrarina detallada, que sacan de la bolsa comercial y la vuelven a empaquetar por 400 bolívares. A la mujer le aniquilaron la libertad de escoger marca y presentación por comprar para alimentar a su perro, que ya forma parte de la familia.
Al menos Max tuvo suerte. Leia, otra mestiza, no tanto. Su dueño interrumpió la jornada de trabajo cuando vio un aviso en una carnicería de la avenida Las Ferias. “Comida para perros en 50 bolívares”. El hombre no lo pensó y se bajó del vehículo en el que andaba.
En la nevera central de la carnicería todavía está el aviso. Pero el precio aumento a 80 bolívares en cuestión de días ¿La razón?, la demanda, explica Andy, el encargado del local.
La mezcla consiste en un preparado con sobras de corte de res y cerdo. Lo que antes terminaba en la basura ahora es comida para canes. Para los dueños es una alternativa. Un paquete de 20 kilos en supermercados supera 21% el nuevo salario mínimo: cuesta 11 mil 696 bolívares.
CAMBIOS COSTOSOS
Honey es una Golden Retriever. A ella le cambiaron la perrarina por la escasez. Eso le afectó el estómago. Contrajo una enfermedad que le costó más de 3 mil bolívares a su dueña. También pierde el pelaje como consecuencia de la mezcla. El sufrimiento de los animales quizá no se exprese en protestas o en colas, pero la escasez ellos también la padecen.
