EFE
La canciller alemana, Angela Merkel, ha «tomado nota» de las críticas dentro de sus propias filas a su estrategia para enfrentar la crisis de los refugiados, pero mantiene su política, centrada en la búsqueda de una solución europea, combinada con medidas nacionales.
Así lo aseguró hoy el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, quien señaló que en el encuentro con la canciller mantendrá con sus socios de Baviera esta semana -de donde proceden las críticas más duras-, insistirá en que tiene una «clara agenda de tareas nacionales y europeas».
«El objetivo es claro. Queremos la integración de quienes tienen derecho a permanecer en Alemania y el pronto regreso a sus países de quienes no tienen perspectivas de quedarse», dijo Seibert.
Ello implica medidas europeas, entre otras un refuerzo de la protección de la fronteras exteriores de la UE, y también mejorar el sistema de devolución de las personas a quienes se les rechace su solicitud de asilo.
El año pasado entraron en Alemania cerca de 1,1 millones de solicitantes de asilo y se suceden los llamamientos de las autoridades regionales y municipales al Gobierno de Berlín ante la falta de recursos para afrontar la crisis.