Sara Pacheco
El
problema continúa. A pesar de las múltiples denuncias de las comunidades y
medios de comunicación, la basura sigue imponiéndose en las calles del sur de
Valencia. Las respuestas no llegan, los afectados se multiplican.
En la manzana 5 de Lomas de Funval, comunidad de la parroquia Miguel Peña, se encuentra un
terreno que iba a ser destinado a la construcción de un liceo, prolongación de
la Unidad Educativa Integral que lleva el mismo nombre del sector. Los desechos
y el mal olor son los únicos componentes.
La obra era de la Gobernación, explicó Roxana Mejías. El presupuesto
fue desviado dos veces, de acuerdo a la vecina, el sitio es propenso para una
invasión. En el medio del terreno se encuentra una torre de iluminación,
colocada hace alrededor cuatro años por la alcaldía de Valencia, en la gestión
de Edgardo Parra. De
acuerdo a vecinos, solo funcionó un mes.
Diyerlin Vásquez, detalló
que la oscuridad es propensa para actos delictivos. Igualmente, beneficia a
quienes arrojan desechos. “El camión del aseo tiene meses sin meterse a las
manzanas o veredas, solo pasa por la vía principal, pero la gente tampoco
colabora”.
La cicloruta de la
basura
En la avenida Sesquicentenario, la isla que divide los sentidos Norte-Sur es
intransitable. Desde hace mes y medio, estimó Yonny González, ha
empeorado, llegando incluso a cubrir parte de la cicloruta.