Enmillyn Araujo
La cita estaba pautada. Desde la 10 de la mañana de este martes, varias organizaciones marcharon desde la estación del metro de Los Cortijos hasta la sede de Naciones Unidas en Caracas con motivo de celebrarse el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Entre ellos el Colegio Nacional de Periodistas (CNP), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), representantes de medios de comunicación y estudiantes.
Un clamor por la libertad de expresión y el derecho a la información, por una Venezuela libre de violencia contra los periodistas que día tras día salen a las calles para ofrecer a los ciudadanos un pedacito de la realidad vivida, aquella que el Gobierno trata de ocultar. Una lucha contra la censura impuesta por el Ejecutivo Nacional desde el 28 de mayo del 2007 con el cierre de de Radio Caracas Televisión RCTV.
Hoy, tras 9 años, los medios de comunicación venezolanos presentan un panorama crítico. Actualmente, El Carabobeño fuera de circulación en su versión impresa, Globovisión con una concesión vencida y otras televisoras que viven en el país de las maravillas.
En Venezuela, el monopolio de la comunicación está vigente y dirigido por el Gobierno con el único propósito de callar, censurar y publicitar la gestión del mandatario de turno.
