El Gobierno de EE.UU. trabaja en un plan de transición en Venezuela ante la certeza de que la crisis humanitaria que vive el país sudamericano puede provocar la caída del régimen, con un número de refugiados que superará al de la guerra en Siria.
Varios altos funcionarios, diplomáticos y senadores consultados por este diario han aconsejado al presidente Donald Trump que prepare una propuesta de intervención en el país, ante la posibilidad de que la situación devenga pronto en un golpe militar, una revuelta popular o la propuesta de una coalición armada.
Recientes en la memoria norteamericana las experiencias de Afganistán e Irak, el único escenario que no contempla la Casa Blanca es una misión armada unilateral, a pesar de que Trump ha expresado esa posibilidad en varias ocasiones.
Sí ha habido consultas en ese sentido entre EE.UU. y aliados suyos e instituciones como la Organización de Estados Americanos, cuyo secretario general, Luis Almagro, dijo recientemente: «Respecto a una intervención militar para deponer al régimen de Maduro, ninguna opción debe descartarse». De producirse, sería a través de una coalición, con un objetivo limitado.