África superó, este miércoles, los 10 mil casos de coronavirus, repartidos en 52 países del continente, mientras los muertos llegaron a 489, de acuerdo con las estadísticas de la Universidad Johns Hopkins.
Sudáfrica cuenta mil 686 casos, seguido por Argelia (1.423), Egipto (1.322), Marruecos (1.141) y Camerún (658). Dos tercios de los 52 países afectados siguen aún por debajo de los 100 casos detectados.
El continente superó los diez mil contagios seis días después de pasar los 5.000, mientras que el primer caso de la enfermedad se detectó en Egipto, el 14 de febrero.
Argelia es el país con más fallecidos, con 173, seguido de Egipto (85), Marruecos (83) y Túnez (22), y Burkina Faso y la República Democrática del Congo son los dos países subsaharianos con más muertos con COVID-19, con 18 decesos cada uno.
África tomó medidas antes
Dada la vulnerabilidad de sus sistemas de salud, muchos países han evitado esperar a un desbordamiento de la situación, como ha sucedido en países de Europa, y se han adelantado a aplicar duras medidas para contener la propagación de esta enfermedad vírica contagiosa que produce fiebre alta y complicaciones respiratorias.
Naciones como Sudáfrica o Ruanda han decretado el confinamiento total de la población, al tiempo que otras, como Nigeria o República Democrática del Congo (RDC), han ordenado el cerrojazo en grandes ciudades que, por su elevada población, suponen un mayor riesgo.
Sin embargo, las medidas de confinamiento ponen al límite a millones de africanos que necesitan trabajar cada día para poder subsistir, por lo que muchos Gobiernos han anunciado medidas sociales.
Estas van desde la bajada de impuestos, en el caso keniano; el reparto de comida puerta a puerta, en Ruanda; bonos sociales o el anuncio de la gratuidad de las facturas de luz y agua, como han decidido las autoridades de Ghana o Guinea.
