Si una persona, en este caso, una mujer, representa lo mejor de la obra: "Lo Afirmativo venezolano", del maestro Augusto Mijares, esa mujer es Alicia Álamo Bartolomé.
A sus 96 años, la decana de las arquitectas de Venezuela, tiene una memoria milimétrica y una vitalidad que sólo es comparable con su amor entrañable por su país.
Pero no sólo los planos y edificaciones cautivaron su prodigiosa imaginación. Estudió periodismo, y las letras, el teatro, y el fomento de la cultura, fueron, son, la parte más fructífera de su larga vida.
Del equipo fundador de la Universidad Metropolitana, de la Universidad Simón Bolívar, de la Universidad Montravila --primera decana de la Facultad de Comunicación---, buena parte de su vida ha estado dedicada a la Universidad, a la educación, a los jóvenes. ¿Cuántas promociones de estudiantes han tenido el privilegio de ser sus discípulos? Muy difícil de contar,
pero muy fácil de saber la gratitud y el respeto por una gran Maestra.
Alicia es una escritora versátil. Obras de Teatro, en las cuales llegó a actuar; cuentos, ensayos, prolija articulista --escribe por lo menos cinco artículos de fondo al mes, memorialista; tiene tanto trabajo intelectual, solicitado muchas
veces, que no ha podido culminar sus memorias, aunque le falta muy poco.
Hace pocos días fui a almorzar en su casa. Gracias a su gran amiga Isa Rincón de Martínez. Fue memorable. Alicia es una anfitriona elegante y amena. El grupo de invitados nos sentimos en casa. Ella pendiente de cada detalle. Y su sonrisa, y su risa, nos hacían sentir en un albergue de paz y alegría.
El Señor le ha dado el don de una vida maravillosa. Y ella le ha correspondido siempre. Querida Alicia: disculpa que te trate con tanta familiaridad, pero sólo deseo lo mejor para ti; y que tenga la alegría de compartir y aprender en tu presencia.