Basyl Macias.-
Por primera vez una técnica que disminuye los síntomas de la hiperplasia prostática benigna, se realizó en el país, que como su nombre lo indica es para pacientes no canceroso, aplicada por Jordi Velásquez, máster en Técnicas Intervencionistas Mínimamente Invasivas Guiadas por Imagen para Ciencias Biomédicas, de la Universidad de Zaragoza, España.
Originalmente esta técnica de Embolización Prostática, fue aplicada por primera vez en Venezuela por Jordi Velásquez, médico radiólogo en la Clínica Santa Sofía y especialista en el Hospital Clínico Universitario de Caracas.
Los radiólogos desde hace más de un siglo vienen realizando procedimientos vasculares, que permiten con el uso de rayos x y otros equipos, navegar por dentro de la arteria sin necesidad de hacer una herida importante. Estos consisten en un tubitos que miden alrededor de 2 diámetros de largo, que se introducen a través de arterias importantes como la femoral, lo que permite con l ayuda de los rayos x avanzar a otras arterias determinadas del cuerpo.
En este caso se llega hasta la arteria prostática y con ese tubito se procede a introducir un material dentro de las arterias que termina destapándola, ya que al desbloquear el flujo sanguíneo, hace que la próstata agrandada comienza a reducir de tamaño y de esta manera mejora los síntomas.
Jordi Velásquez, instructor de la cátedra de Radiología en la Escuela de Medicina Luis Razetti de la Universidad Central de Venezuela, así como de la Cátedra de Innovación Tecnológica de la Escuela de Salud Pública de la misma universidad, de donde es egresado, explicó que la hiperplasia prostática es una condición que finalmente todos los hombres sufren, debido al normal crecimiento de la glándula por la segregación de andrógenos, o hormonas masculinas, por lo que nunca detiene su crecimiento.
A los 20 años de edad, esta glándula deja de ser del tamaño de una nuez aproximadamente, y sigue creciendo a lo largo de la vida. Su ubicación hace que rodee la uretra, que es un conducto que permite la salida del orine desde la vejiga hasta el pene. Cuando ella crece, lo que hace es que disminuye el calibre de la uretra en este segmento y hace que el hombre comience a sentir una serie de síntomas.
Entre éstos se encuentran, la dificultad para orinar, el chorro de orine comienza a perder potencia, hasta que se agrava, al punto que la persona no puede orinar con normalidad; y se hace urgente llegar al baño para poder descargar el contenido acumulado de la vejiga que hace presión, y viene la salida espontánea de orina o incontinencia.
En casos avanzados de hiperplasia prostática, se observa que al estar restringida la salida de orina de la vejiga ella tiende a dilatarse, y puede haber algún reflujo hacia la uretra, y el conducto que conecta con los riñones, y al dilatar el riñón produce su mal funcionamiento.
El cáncer de próstata también produce un agrandamiento del volumen la próstata, por lo que puede confundirse con la hiperplasia, de allí la necesidad de acudir de inmediato a un especialista para hacer las pruebas pertinentes y diagnosticar el problema, y así poder optar a esta nueva alternativa de tratamiento.
A los 60 años de edad aproximadamente el 50% de los hombres sufre de hiperplasia prostática, y se incrementa a un 90% a los 90 años. Aunque esto no quiere decir que todos tengan síntomas porque puede una persona tener una próstata aumentada de volumen, pero sin dificultad para orinar.
La entrevista completa disfrútela a través de nuestro portal web: El Carabobeño Radio, en el programa Por Tu Salud con Ana Isabel Laguna.
