El exjefe de Gabinete del estado de Río de Janeiro Régis Fichtner fue arrestado este jueves en esta ciudad brasileña acusado de ser uno de los líderes de una red que recibía millonarios sobornos de conocidos empresarios a cambio de adjudicarles millonarios contratos públicos.
Fichtner fue el jefe la Casa Civil (jefe de Gabinete) de Río de Janeiro durante el período en que el estado más emblemático de Brasil estaba gobernado por Sergio Cabral (2007-2014), quien purga actualmente tres condenas, una de ellas a 45 años de prisión, por delitos como corrupción pasiva, lavado de dinero y asociación para delinquir.
El exjefe de Gabinete está acusado de haber recibido sobornos por al menos 1,6 millones de reales (unos 500 mil dólares) para favorecer a empresarios interesados en adjudicarse contratos con la gobernación de Río de Janeiro.
Se sospecha que los empresarios acostumbraban contactar un entonces secretario de Estado (Fichtner), considerado muy influyente, para obtener facilidades en negocios con el gobierno regional, según un comunicado de la Policía Federal.
En desarrollo de la operación anticorrupción lanzada este jueves por la Policía Federal también fue arrestado el empresario Georges Sadala y conducido a la fuerza a una comisaría para prestar testimonio el también empresario Fernando Cavendish.
A Sadala, al que la gobernación de Río de Janeiro adjudicó un millonario contrato para ofrecer servicios burocráticos a la población, se le acusa de ser el operador financiero de la red montada por Cabral para desviar recursos de la gobernación.
Cavendish, por su parte, era el presidente de una constructora que se adjudicó numerosas obras públicas durante la gestión de su amigo Cabral.
Cavendish, que actualmente cumple prisión domiciliaria, confesó en agosto del año pasado que pagó un soborno equivalente al 5 % del contrato a cambio de que su constructora fuera incluida en el consorcio al que se le adjudicó la reforma del legendario estadio Maracaná antes del Mundial de fútbol que Brasil organizó en 2014.
Igualmente fue convocado para prestar declaración en una comisaría el también conocido empresario Alexandre Accioly, propietario de una red de gimnasios y de varios proyectos en Río de Janeiro e igualmente con estrechos vínculos con Cabral.
La operación de hoy es una nueva fase de la que permitió el arresto de Cabral a finales del año pasado y está vinculada a la llamada Lava Jato, que investiga la gigantesca trama de corrupción que desvió recursos de la petrolera estatal Petrobras.
Lava Jato, lanzada hace más de tres años, es la mayor operación de combate a la corrupción en la historia de Brasil, y ha enviado a prisión a decenas de empresarios, políticos y funcionarios públicos acusados de desviar recursos de la mayor empresa del país.
Según la Policía Federal, los miembros de la organización desmontada hoy serán procesados por los delitos de corrupción, asociación para delinquir y lavado de dinero.
