Los carabobeños no se abstienen de realizar las colas para surtir gasolina en la semana de radicalización de la cuarentena que inició este lunes, tras un mes de flexibilización.
Aunque las calles amanecieron desoladas, las filas en las estaciones de servicio se han mantenido igual de extensas que los últimos días festivos. Para Junior Godoy, usuario de la E/S Montemayor, esperar por días la llegada de la gandola ya se ha convertido en una actividad cotidiana que no cesará con el regreso del esquema 7+7.
Desde el sábado Godoy se incorporó a la hilera que se despliega por la avenida Don Julio Centeno hasta la al altura de Los Tulipanes. Según su número de placa, le corresponde surtir este lunes en la bomba subsidiada, pero no sabe si logrará su cometido: las últimas tres veces que hizo la cola, no logró llenar su tanque. “Uno hace una cola de tres días para que nada más te echen 25 litros, si es que llega la gandola, porque sino perdimos el tiempo”.
Perder la humanidad
Juan Prieto también realizaba la fila en la misma gasolinera. Aunque tiene esperanza de que el 2021 la situación mejore para los venezolanos, en lo que va de año no ha dejado de sentir la misma angustia que en 2020. “No solo es la gasolina, es el gas, el agua, la luz. Es incómodo y nos sentimos atados de manos, impotentes”.
Lo que más le entristece a Prieto, además de ver a sus vecinos padecer largos días y noches en un vehículo estacionado, es presenciar con sus propios ojos la decadencia de los valores sociales. “Se pierde la humanidad en las colas, es un salvajismo, es un sálvese quien pueda. Hay quienes venden gasolina bachaqueada y hay quienes la compran nada más por la necesidad de mover el carro, unos metros, en la misma cola”.
Otras estaciones de San Diego
En la E/S Los Jarales la otra bomba subsidiada de San Diego, el suministro fue regular, aunque tan solo 130 carros lograron llenar sus tanques. El encargado de la gasolinera, Daniel Pérez, informó que también se prestó servicio a 30 motos, 10 apoyos instituciones y seis casos sociales.
Usuarios de las placas 5 y 7, a quienes les corresponde surtir el martes 5 de enero, ya se encontraban en la cola que se extendía desde la pasarela de Los Jarales hasta la embotelladora de La Esmeralda (tres semáforos después).
En la estación dolarizada Castillito sí hubo despacho pasadas las 11 de la mañana, a diferencia de El Portal, donde sólo estaban prestando servicio de gas.