El paquete económico anunciado por Nicolás Maduro, que deja todo en manos del sector privado sin que el fisco asuma alguna carga, sumado a las restricciones laborales y de producción propias del decreto de cuarentena, dificulta a los comerciantes la generación de fondos suficientes para cumplir con sus obligaciones contractuales, señaló la Cámara de Comercio de Valencia.
Mediante un comunicado, la cámara que agrupa a los comerciantes de la capital carabobeña consideró que las medidas decretadas por Maduro el domingo 22 de marzo son insuficientes. “No se debe dejar todo en manos del ente privado, es indispensable contar con el apoyo del Estado, pues se requieren medidas de mayor alcance para el desarrollo económico y social del país”, dice el documento.
Ante este panorama, que pone en situación de vulnerabilidad a los comerciantes, la cámara solicita la exoneración del pago de impuestos municipales, prórroga para el pago del Impuesto sobre la Renta (ISLR), dejar sin efecto la reforma al Código Orgánico Tributario y revocar el aumento de la Unidad Tributaria (UT) durante los próximos seis meses.
De igual manera, piden la suspensión de la información semanal del Impuesto al Valor Agregado (IVA), la generación de préstamos a través de la banca pública sin intereses y con plazos muertos y que se garantice el suministro energético que permita el funcionamiento de las unidades para la distribución de productos, así como el traslado del personal de los comercios.
“Se hace imperante que se complementen las medidas, mientras dure la situación de pandemia, especialmente para aquellos comercios que por su rubro no están operativos en este momento”, insistió la cámara a través de su comunicado. Además, aclaró que aquellos que se mantengan operando podrán contribuir a mantener la cadena productiva, pagando sus deberes formales y contractuales.
El vicepresidente de la cámara, Lorenzo Araujo, resaltó la importancia de aplicar estas medidas para beneficiar principalmente a aquellos comercios que, por no pertenecer a los sectores de alimentación y farmacéutica, deben mantener sus santamarías abajo. A su juicio, mientras este grupo de comerciantes esté paralizado no podrá generar ingresos y, por lo tanto, se le hará difícil cumplir con las obligaciones fiscales.
De no exonerar a los establecimientos cerrados del pago de impuestos y de servicios municipales, como el aseo urbano, los comerciantes “verán muy comprometido su flujo de caja para poder cumplir con las obligaciones con sus trabajadores”, agregó Araujo.
Comercios abastecidos
Según el representante gremial, la mayor parte de los comercios que se mantienen operativos en Valencia pertenecen a los sectores de alimentos y farmacia, los cuales están abastecidos y en cumplimiento de las medidas preventivas para evitar la propagación del COVID-19, como lo son el uso de tapabocas y guantes, así como la separación de un metro de distancia entre un cliente y otro.
Araujo aseguró que hasta el momento no se han registrado incrementos de compras nerviosas debido a las restricciones de movilidad impuestas por las autoridades y la escasez de combustible, entre otros factores. “Los clientes van de forma regular, sin atiborrar las tiendas. Un comportamiento bastante cívico”, dijo.
