Trabajadores del hospital Pastor Oropeza en Lara protestaron por segunda vez por la crisis salarial. (Foto: El Impulso)

Durante enero a marzo de 2021, Lara contabiliza 84 protestas de calle siendo los trabajadores del sector salud quienes reúnen mayor número de manifestaciones exigiendo mejor salario y equipos de bioseguridad para enfrentar el coronavirus, llegando a sumar 24, según cifras que a diario lleva La Prensa de Lara.

El personal sanitario de centros de salud como el Hospital Universitario de Pediatría Agustín Zubillaga, o el Hospital Pastor Oropeza y hasta centros centinelas fueron los que se mantuvieron exigiendo reivindicaciones salariales y denunciando las deplorables condiciones en las que laboran y atienden a los pacientes, los manifestantes señalaban que no habían sido dotados de material de bioseguridad para protegerse contra la COVID-19.

En el hospital del Seguro Social Pastor Oropeza las enfermeras nombraron a una de las salas del hospital como el «muro de los lamentos«, este es el lugar donde por días se han congregado para exigir que entes gubernamentales respondan a sus solicitudes, pues denuncian que no cuentan con recursos básicos como material médico quirúrgico para atender a los pacientes.

Protesta de Pacientes

Pero no solo el personal que trabaja en hospitales tomó las calles para protestar, sino que también se sumaron los pacientes renales de unidades como la Unidiatra y la Unidad de Diálisis Barquisimeto quienes se plantaron en las calles para exigir que se les surtiera agua potable para que las máquinas de osmosis pudiesen funcionar. Aunque sus reclamos fueron atendidos, pacientes aseguraban que la respuesta fue a medias, ya que solo estaban recibiendo la mitad de horas de diálisis para poder atender los tres turnos, debido a que no se llevaban el agua suficiente.

Protestas por agua y electricidad

En un segundo lugar de protestas están las exigencias de agua potable por tubería que suman 23 distribuidas en comunidades como La Carucieña, El Roble, El Cercado, El Molino del municipio Morán, cuyos vecinos reportaban que tenían que comprar el vital líquido a cisterneros en 1 dólar las pipas o hasta más.

Los habitantes de El Jebe, El Trompillo y El Tostao fueron quienes protestaron por pasar semanas sin electricidad debido a la explosión de transformadores. Comentaron que se vieron obligados solventar por sus propios medios conectándose a otros transformadores para no vivir en la oscuridad, sin embargo, estos tuvieron que preparar sus comidas en fogones a leña, para evitar sobrecargar el transformador con cocinas eléctricas y por la falta de gas doméstico, servicio que enardeció a vecinos de El Malecón, Chucho Briceño, San Vicente quienes trancaron las calles para exigir el suministro.

Combustible

Por falta de combustible se generaron seis protestas, las cuales en su mayoría fueron lideradas por el sector agroalimentario del municipio Andrés Eloy Blanco, donde productores salieron a protestar para exigir la distribución de gasoil y gasolina para trabajar las tierras y vender las cosechas, ya que en varias oportunidades se vieron en la obligación de regalar las verduras y hortalizas.

Docentes por su parte se congregaron para exigir la autonomía universitaria, denunciar las condiciones laborales y el rechazo a la plataforma del sistema patria, estudiantes pedían volver a las aulas.

Es cultural

Según el registro que lleva La Prensa de Lara, las protestas durante el trimestre se fueron incrementando progresivamente, para el mes de enero se contabilizaron 19, en febrero 28 y en marzo 36.

El sociólogo y defensor de los Derechos Humanos, Nelson Fréitez, aseguró que este incremento se debe a la cultura de protesta que existe en el estado, ya que comunidades han notado que para que atiendan sus solicitudes deben salir a las calles.

Han visto que saliendo a las calles frente a los organismos públicos con pancartas, pueden tratar de influir en las decisiones de los organismos para la resolución de sus necesidades, la gente se ha convencido de que los organismos solo actúan bajo presión y esa presión tiene que ejercerse en las calles, aseguró Freitez, resaltando la importancia de los medios de comunicación es vital ya que son los que difunden las problemáticas.

Explica que a pesar de que hay restricciones de movilidad en el país, la necesidad de los ciudadanos es más grande, es por ello que la población se ve obligada a salir a exigir servicios públicos como el agua, gas doméstico, electricidad y hasta combustible.

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