Cada día se torna más crítica la situación de los comerciantes en la ciudad, debido a las fallas continuas en los servicios públicos, aunado a los cobros excesivos de impuestos municipales, según señaló el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Valencia, Lorenzo Araujo.
El dirigente gremial precisó que los comerciantes reportan considerables bajas en sus niveles de venta, aunque esta semana de flexibilización que está por terminar, ha habido un poco más de movimiento que las anteriores, sin embargo las fallas en el servicio eléctrico ha afectado la actividad.
En declaraciones al programa Entre Nos, de Unión Radio, Araujo manifestó que otro servicio que está faltando y que ha afectado a muchos comercios, es el gas doméstico.
Precisó que la falta de gas se ha sentido sobre todo en las panaderías y restaurantes que trabajan con deliveri, porque no pueden atender los pedidos de clientes, lo cual representa pérdidas económica para sus dueños.
El vicepresidente apuntó que los sectores textíl y calzado, son los que han resultado más afectado en esta pandemia, por la caída de las ventas.
Por eso Consecomercio estima que un 30 por ciento de los comercios pudieran cerrar sus puertas a finales de este año, para no abrirlas el próximo. Se les hace muy cuesta arriba reponer inventarios porque han estado trabajando con el existente, pero han pagado personal, impuestos y locales, con pocos ingresos por las ventas.
Araujo también manifestó que las facturas por aseo urbano, que emite el IMA están llegando muy altas. El instituto no toma en cuenta que los locales están cerrados por efectos de la pandemia, y por ende no están generando desperdicios, sin embargo las facturas les llegan igual de altas.
Refirió que desde abril, directivos de la CCV han intentado reunirse con altos funcionarios de las alcaldías de la gran Valencia, para que se les exonere del impuesto de publicidad, por ejemplo, no obstante ha sido imposible el encuentro.
