La policía de la isla griega de Lesbos detuvo a cinco migrantes sospechosos de haber provocado el incendio que destruyó la semana pasada el campo de migrantes de Moria, el más grande de Europa, indicó este martes el ministro griego de Protección Civil, Michalis Chrysohoidis.
«Cinco jóvenes extranjeros resultaron detenidos y un sexto, identificado y se dio a la fuga», dijo Chrysohoidis a la agencia estatal ANA.
Estos arrestos, según el ministro, «invalidan la hipótesis» de que el fuego lo provocaron «extremistas» griegos, la noche del 8 al 9 de septiembre.
En los últimos tiempos, la multiplicación de los incidentes entre habitantes de la isla, entre ellos adeptos de la extrema derecha, y migrantes hizo pensar que militantes radicales opuestos a la presencia de los refugiados en Lesbos podrían estar implicados en los incendios.
El operativo para detener a los sospechosos se llevó a cabo en una carretera en la que miles de solicitantes de asilo duermen desde que ardió el campo. Se cree que el sexto sospechoso huyó de la isla, agregó la fuente. Las nacionalidades de los sospechosos no se han revelado.
Grecia responsabiliza a los migrantes
De hecho, el gobierno griego había señalado en dos ocasiones que los migrantes habían provocado el fuego.
La primera vez fue horas después del incendio, cuando el ministro encargado de las Migraciones, Notis Mitarachi, declaró que el fuego se detectó después de que «solicitantes de asilo protestaran contra la cuarentena» impuesta tras la confirmación de 35 casos de coronavirus.
Posteriormente, el portavoz del gobierno, Stelios Petsas, afirmó el lunes que el fuego fue obra de «refugiados y migrantes que querían hacer chantaje para ser transferidos rápidamente».
El incendio dejó a unos 12 mil solicitantes de asilo a la intemperie. Las autoridades griegas habilitaron un campo provisional cerca de las ruinas de Moria, pero tan solo 800 migrantes aceptaron entrar en él. Los refugiados temen que si se instalan allí no podrán salir de la isla a corto plazo.
© Agence France-Presse
