A pesar de la suspensión del plan de racionamiento, se agudizan las interrupciones eléctricas en el país, en especial en regiones andinas y en el Zulia. (Foto Archivo El Carabobeño)

La calamidad eléctrica en Maracaibo, estado Zulia, los Andes y Piedemonte Andino, tienen una explicación, de acuerdo al análisis del ingeniero José Aguilar.

Y parte de la siguiente explicación, la proporciona a partir de la situación presente en la represa de La Vueltosa, lo cual representa un grave peligro para la nación y, a su juicio, el régimen no hace nada al respecto.

El especialista, experto en energía eléctrica y asesor internacional en la materia, ya ha alertado que el único autotransformador operativo, con 400 Kv de 450 Mv en la subestación Cuatricentenario opera al 120% (sobrecarga). ¿El por qué? Por la falta de megavatios disponibles de las plantas: Ramón Laguna, Termozulia, Bajo Grande, General Rafael Urdaneta y Vencemos, los cuales tienen una indisponibilidad del 80%.

¿Y cuáles serían las consecuencias?

Primero: La condición de los peligros del Embalse Camburito Caparo y las Presas La Vueltosa y Borde Seco, representan riesgos de naturaleza inadmisibles que pueden desatar una catástrofe y poner en riesgo más de 100 mil vidas, 400 mil damnificados y  154 mil millones de dólares en daños. Su poderío destructivo, es mayor que el noticioso caso con la Represa HidroItuango, en Colombia.

Segundo: En la subestación Cuatricentenario, se acorta la vida útil del único equipo que permite traer hasta el 75% de la energía del Guri a Maracaibo. Si falla, no hay repuesto en Venezuela y sería el equivalente al que se caigan las oxidadas torres de las líneas de 400KV. que cruzan el Lago de Maracaibo desde la subestación de El Tablazo.

Tercero: Además de lo anterior, la sobrecarga de las subestaciones de distribución. De allí, los ocho incendios y explosiones registrados.

Y cuarto, esta cultura «mata equipos» es más que negligente y, por ende, criminal, considera el experto en energía eléctrica; por las siguientes razones:

1.-Destruye la vida útil del equipamiento, la economía y la poca comida que se encuentra.

2.-Expone a incendios y explosiones a las comunidades y empleados de Corpoelec.

3.-Instala una condición de lesa humana, que hace «invivible» la ciudad de Maracaibo.

4.-Pone en riesgo la vida de los más indefensos, como niños, enfermos y ancianos.

De seguirse permitiendo esta calamidad, el ingeniero Aguilar augura que el Zulia y Venezuela se apagarán y se irán muriendo. «Es una inconsciencia sin paragón, es la utilización de la falta de electricidad como arma letal contra la sociedad para su dominación, un crimen de lesa humanidad. Y es una situación provocada adrede y ese es el verdadero sabotaje de Estado».

Así, resume el experto en energía eléctrica, las verdaderas causas de la calamidad eléctrica del Zulia, los Andes y el Piedemonte Andino, a la cual le atribuye la voraz corrupción, falta de vigilancia, y «una operación de engaño continuado por  las autoridades eléctricas nacionales y del Zulia», desmintiendo las explicaciones climatológicas, dadas por el Gobierno, como el Niño, la Niña, el Equinoccio, las altas temperaturas, lluvias, sequías, o el salitre. O las zoológicas, como a la iguana o rabipelaos, y por las excesivas derroches de los usuario, que es imposible de ocurrir a juicio del ingeniero José Aguilar.

(Infografía cortesía Ing. José Aguilar, experto en energía eléctrica)

Entre las soluciones que sugiere el experto, es primero, «salir del régimen sin dilación, porque ellos no van a cambiar nunca». Y la electricidad y los servicios públicos son rubros esencialmente técnicos, cuya gerencia no puede estar en manos de «operadores politiqueros».

A consideración del ingeniero Aguilar, quienes quieran asesorar al régimen en materia eléctrica, a un régimen de naturaleza lesa humana, enlodan las mejores tradiciones de esta profesión, que en Venezuela tuvo una historia ilustre desde 1861, hasta que se politizó, causando un inmenso daño al país.

Invitó a estos asesores a ponerse del lado correcto de la historia; a «dejar de colaborar con un régimen lesa humano, a respetar a los técnicos, a ser éticos, y que desistan a colocar a pseudoexpertos, porque es lo que ha conllevado a la perdición de las empresas de servicio público».

Mientras que a la opinión pública, las instituciones, partidos políticos y colegiados profesionales igual llamado, que de no ser capaces de asumir este crucial reto de mejorar el sistema eléctrico, «mejor que se aparten, porque no aclaran y más bien oscurecen».

A quienes sufren las calamidades de la falta de luz, aclara que es un analista apolítico. Aguilar, uno de los expertos con mayor producción de artículos, infografías, presentaciones a su nación, con su experiencia lo único que quiere es mejores días para el país con abundante y confiable electricidad. «Cuando el régimen ha tenido sus aciertos lo indico y aplaudo, cuando se hacen las cosas mal es mi deber decirlo, con el rigor del caso».

Para tener la Venezuela que ansíamos, reflexiona que primero pasa por querer a la Venezuela que nos tocó y que nos necesita tanto. «Estamos en la hora de la chiquita, la hora que demanda la transparencia, la ética, la honradez extrema, austeridad y el conocimiento. Si queremos tener electricidad, tenemos que rescatar el país y colocarlo en manos de los más idóneos, estén donde estén», expresa Aguilar, para quien sí falta guaramo para hacerlo, entonces, «hagamos nuestras camas y nos acostamos a dormir en la oscuridad y la decadencia, de ser así no hace falta que el último apague la luz».

 




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