“No se puede acceder a este sitio”. Eso lee Ángela Pinto en la pantalla de su celular al intentar abrir un link que le envió su mamá, de una noticia sobre una falla eléctrica que tiene más de 12 horas en un sector cercano a su casa. “Mándame una captura porque debe ser por la señal que no me abre”, le dijo a su madre sin saber que se trataba de algo orquestado desde el poder para vulnerar su derecho a la información.

Ese mismo día en la noche, conectada al WiFi de una operadora privada, pudo leer sin problema otra noticia del mismo sitio web, pero la mañana siguiente, en la sala de espera de la consulta odontológica, con los datos de la empresa móvil a la que está afiliada, una vez más le fue imposible acceder y se percató que el mensaje “No se puede acceder a este sitio”, estaba acompañado de “DNS_PROBE_FINISHED_NXDOMAIN”.

Se trata de un caso que no es inédito, es un bloqueo que se replica en, al menos, 71 páginas web en Venezuela, de acuerdo con el último reporte de VE Sin Filtro.

En más de 20% aumentó bloqueo de páginas web en Venezuela

De ese número, 66,2% corresponde a 47 medios de comunicación, según el estudio que incluye al 2022 y el primer semestre de 2023, y que representa 20,34% de incremento respecto al mismo informe del 2021, cuando se reportaron 56 bloqueos.

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El Instituto Prensa y Sociedad (Ipys) contabilizó al menos 40 bloqueos totales o parciales a medios de comunicación digitales en 2022, a través de su sistema de monitoreo y de mediciones colaborativas realizadas a lo largo del año. “Esto demuestra la persistencia de la política oficial de controlar el flujo de información”, aseveró la ONG en su informe.

Se resalta en el estudio que estas medidas “para obstaculizar el acceso a sitios web de medios de comunicación”, se emplean contra medios nacionales e internacionales, así como contra plataformas en línea de organizaciones independientes que defienden los derechos humanos.

Las cifras al cierre del 2023 serán mayores, tomando en cuenta que otros portales como https://www.el-carabobeno.com/ se encuentra bloqueado desde el 8 de noviembre a través de Cantv, Digitel, NetUno, Inter y Movistar.

Una violación de DDHH

La resolución del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, aprobada en el año 2016, es clara al establecer que todos los Estados tienen la obligación de asegurar la libertad y la seguridad en internet, por lo que impedir el acceso es considerado una violación de los derechos humanos.

“Los mismos derechos que tienen las personas offline deben ser protegidos online”, señala el texto, al referirse a la libertad de expresión.

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Pero en Venezuela, eso no se respeta. En VE Sin Filtro han documentado que, durante las protestas de 2014 y 2017, fueron bloqueados los medios más críticos y los que transmitían noticias en vivo, vía streaming, fueron objetivos de esta política de Estado. En 2018, esta política llegó a las páginas web de los medios tradicionales, y la modalidad de los bloqueos conoció mecanismos más sofisticados.

Órdenes gubernamentales

La raíz de estas incidencias, según Andrés Azpurua, director de VE Sin Filtro, obedece a órdenes que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) da a los distintos proveedores de internet.

“Hay muchas maneras para saber que eso es lo que está pasando, pero el tema principal es que nosotros recolectamos la evidencia de que eso no es una falla ni un problema técnico, sino que esos principales proveedores de internet cumplieron con la obligación que les impuso Conatel, desde nuestra opinión, de manera ilegal, de bloquear internet”.

El bloqueo de portales web tiene una data bastante larga. El director de la ONG Espacio Público, Carlos Correa, indicó que, en 2015, el entonces director de Conatel dijo que legalmente había más de mil sitios bloqueados por requerimiento de otras autoridades. «Después, hace un par de años, Movistar también informó de cuáles habían sido los requerimientos de bloqueo y también daba cuenta de bloqueos de un número importante de sitios”.

Sus datos señalan que, actualmente, en Venezuela hay alrededor de un centenar de portales que tienen oferta informativa y más de la mitad están bloqueados.

“Es decir, que la práctica de bloquear portales de sitios web se hace sin las debidas garantías y el debido proceso, ni por una sentencia judicial firme. En Venezuela esos bloqueos se realizan de manera unilateral, son ordenados por Conatel y prácticamente la mayoría de los operadores los ejecutan”.

Azpurua dijo que desde VE Sin Filtro se ha intentado numerosas veces obtener la lista de páginas web bloqueadas, la base legal con la que Conatel se atribuye ese poder y quién toma esas decisiones y por qué, pero ha sido imposible.

“Es un fenómeno completamente arbitrario que funciona administrativamente sin ningún tipo de balance de corte u orden judicial y no cumple los estándares internacionales de derechos humanos”.

Castigo por publicaciones incómodas

Hasta ahora, no se conocen procedimientos administrativos de parte de Conatel que justifiquen estas acciones, que no son públicas ni transparentes. Tampoco se saben las razones por las cuales se bloquean portales.

“En algunas ocasiones tiene que ver con la cobertura de determinados temas o actores, pero se genera una gran incertidumbre “, expresó Correa.

A esto se suma que la posibilidad de bloqueo favorece la autocensura, al no saber con certeza si al publicar alguna información se convierten en objetivos de esta política, por lo que la cobertura nacional a los temas de interés público ha disminuido y se reduce el alcance de estos medios. Además, los debilitan económicamente porque las visitas a los portales o a los sitios web son una de las herramientas para que puedan tener anunciantes o para que tengan una mayor credibilidad y una relación fortalecida con sus audiencias.

En El Pitazo lo vivieron. El 17 de septiembre de 2017, con menos de tres años de fundado, el medio de comunicación ya contaba con 100 mil usuarios. Es día, Nicolás Maduro anunció un aumento de salario y en el equipo editorial preparó trabajos comparativos para publicar qué se podía comprar en el país con ese incremento.

Al día siguiente el tráfico de la web cayó considerablemente. ¿La causa? Bloquearon el sitio web a través de las operadoras Digitel, Cantv y Movilnet.

Al recordar ese episodio y analizar las causas, César Batiz, director de El Pitazo, advirtió que es probable que fuera por tener un trabajo tan cercano a la comunidad que se sumó a reportajes de periodismo de investigación con temas incómodos para el Ejecutivo.

¿Cómo burlar el bloqueo?

No es una tarea fácil. En El Pitazo empezaron a presentar los reportajes por redes sociales, y a decirle a sus seguidores que usara VPN para acceder a la web, pero no todos los usuarios del país tienen el conocimiento de su funcionamiento, que es cambiar la ubicación de la conexión a otro país donde no existe el bloqueo.

“Así llegamos al 1 de noviembre de 2017, el día después que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones anunció el aumento de las tarifas de operadoras, y Movistar nos bloqueó elpitazo.com. Ahí sí es verdad que caímos horriblemente”, relató Batiz.

Luego abrieron una nueva dirección, elpitazo.info, y comenzaron con los Notiaudios  que envían por mensajería, como una manera de superar los bloqueos. En abril de 2018 les bloquearon la url creada cinco meses atrás y lanzaron el Pitazo.ml, que fue bloqueada en agosto.

Posteriormente, intentaron llegar a la colectividad a través de una aplicación que está en fase de actualización en estos momentos y, en enero del 2019, abrieron elpitazo.net. «Con ella hemos logrado los mejores números posibles, pero ha sido un trabajo bastante difícil, nos ha quitado mucho tiempo en buscar alternativas, a incluso hacer denuncias públicas, presentar un caso en la fiscalía, el cual fue rechazado, a ir hasta Movistar y Digitel, enviar cartas a Conatel. Hemos tenido muchos obstáculos pero, como nos gusta decir a nosotros, si nos cierran una puerta entramos por la ventana, y si la cierran buscamos un martillo y hacemos una nueva”.

Efecto contundente

En El Nacional esta historia comenzó en 2020. Para su director, Miguel Enrique Otero, se trata de una manera de que el venezolano común no pueda acceder a las páginas web, “que es lo único que queda realmente importante en periodismo independiente”.

Aseguró un porcentaje mínimo de la población accede a los portales bloqueados a través de un VPN porque desconocen cómo hacerlo, además, “en el dispositivo móvil es engorroso, es complicado y la gente cuando ve que está bloqueado simplemente salta, entonces el efecto del bloqueo es contundente”.

Otero señaló que hay algunos programas que utilizan tecnología blockchain, como el Bitly, que en El Nacional lo usan para evadir el bloqueo. Y hay accesos satelitales que son más costosos, pero que no pasan por las regulaciones de Conatel.

“Entonces, entre el VPN, los softwares que se puedan adquirir y los accesos directos a internet de enlaces satelitales hacen que un 30% de las personas tengan acceso a internet. Pero en la práctica el bloqueo es masivo, es un bloqueo que realmente daña mucho la presencia del medio de comunicación”.

El director de Espacio Público mencionó la posibilidad de los llamados “sitios espejos”, instalados en algunas plataformas universalmente conocidas.  «Es muy difícil que se bloqueen porque eso afectaría a una cantidad de servicios de otro tipo de instituciones”.

Todo esto ocurre mientras muchas personas como Ángela Pinto intentan leer noticias de sus comunidades y no pueden. Es lo que Miguel Henrique Otero define como una violación al derecho a la información, y una forma arbitraria de impedir que las personas tengan acceso a la información general e independiente.

“No hay ninguna justificación de ningún tipo. El gobierno ni siquiera provee a las telefónicas información sobre cuál es la justificación para bloquear. Ellos dicen bloquee y punto. Y la razón es simplemente que no comparten las ideas del medio de comunicación, pero bloquean todo el contenido, bloquean farándula, bloquean deportes, bloquean información. Lo que hacen es tratar de que el medio desaparezca y eso es evidentemente una violación al derecho a la información”.




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