VIH
Eduardo Franco, presidente de Mavid Carabobo. (Foto: Kevin Arteaga González)

Entre el 1° de enero y el 30 de marzo han muerto a causa de la COVID-19 en Venezuela al menos 19 pacientes con VIH, informó Eduardo Franco, presidente de la ONG Mavid Carabobo. Del total, agregó, dos decesos se registraron en la entidad carabobeña por complicaciones asociadas simultáneamente al coronavirus y la tuberculosis.

El también secretario general de la Red Venezolana de Gente Positiva detalló este jueves 8 de abril, en entrevista con El Carabobeño, que los 19 fallecidos estaban sin tratamiento para el VIH o eran usuarios que habían iniciado recientemente la administración de los antirretrovirales.

En lo que va de año unas 520 personas con VIH han manifestado tener sintomatología asociada a las COVID-19, según un monitoreo nacional de ambas organizaciones. Sin embargo, 373 fueron manejados como casos sospechosos por no tener acceso a pruebas de diagnóstico, 136 confirmados como positivos, 140 recuperados y 29 con otras patologías adicionales al coronavirus.

“Lo más grave es que el Gobierno nacional no ha presentado un plan de vacunación y en lo que han mostrado hasta ahora no se incluye a las personas con enfermedades de alto costo y alto riesgo, como los pacientes con cáncer, déficit renal, trasplantados y quienes tienen VIH”, dijo Franco, al advertir que tampoco el personal sanitario encargado de atender a las personas con VHI ha sido priorizado en la ejecución de la inmunización.

El vocero explicó que ante la falta de vacunas también los trabajadores de las droguerías en las que se expenden los tratamientos se han visto afectados por la COVID-19, lo que los ha llevado a cerrar varias de estas farmacias en todo el territorio nacional, ya que se pone en riesgo a la población que recibe los antirretrovirales. Ante ese panorama, exigió la implementación urgente de un plan de vacunación.

Fue enfático al denunciar que hasta la fecha el gobierno de Nicolás Maduro sigue sin comprar ni un solo medicamento para los pacientes con VIH, por lo que dependen exclusivamente de las donaciones del Fondo Global de ONU Sida y la Organización Panamericana de la Salud. A través de estas contribuciones Mavid Carabobo y la Red Venezolana de Gente Positiva han logrado salvar la vida de alrededor de 50 mil personas.

Acceso a pruebas de carga viral

Actualmente, aseveró, desde las organizaciones están presionando a las autoridades sanitarias para que faciliten la distribución de un lote de pruebas de carga viral con el que beneficiarían a más de 33 mil pacientes VIH positivo. En laboratorios privados cada una de esas pruebas, que deben realizarse trimestralmente, pueden llegar a costar hasta 100 dólares, un monto impagable para la mayor parte de la población.

“Ha sido muy cuesta arriba y ha habido muchos inconvenientes con la distribución por parte del Ministerio de Salud”, cuestionó Franco, quien sostuvo que los reactivos de las pruebas de carga viral se vencen el próximo 30 de abril y de no usarse antes de esa fecha, se perderán.

Durante las semanas de cuarentena radical a los pacientes se les dificulta movilizarse de un municipio a otro para acceder al tratamiento o realizarse la prueba de carga viral. A esa traba se le suman otros obstáculos, como la falta de efectivo, poca disponibilidad del transporte público y la escasez de combustible.

El representante de Mavid Carabobo alertó que se han presentado casos en los que algunos funcionarios policiales y militares también impiden la movilización de las personas con VIH. “La ZODI no les facilita los salvoconducto para poder ir a buscar los tratamientos, e incluso para  la distribución o ayuda en otros estados”.

Lactantes, embarazadas y discriminación

Según Franco, el gobierno dejó de suministrar las fórmulas lácteas que requieren los recién nacidos con madres VIH positivo, para evitar que se contagien a través de la leche materna. Ambas organizaciones se han encargado de gestionar mediante donaciones la ayuda para unas pocas madres en Carabobo y el resto del país. Pero, resaltó, “ha sido muy difícil”.

En cuanto a las embarazadas contagiadas, reveló que a ocho de cada 10 las obligan a parir en los centros asistenciales del sistema público de salud, una acción que está contraindicada porque implica la transmisión del virus de la madre al hijo durante el parto.

El vocero de la Red Venezolana de Gente Positiva expuso que en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (CHET), en Valencia, una paciente ha sido víctima de discriminación. De acuerdo al testimonio, hace más de un año la mujer se fracturó el fémur y debe ser operada, pero luego de todo ese tiempo de espera los médicos siguen poniendo excusas para realizar la intervención.

Tuberculosis y VIH

La distribución de las medicinas correspondientes a la segunda fase del tratamiento contra la tuberculosis se ha retrasado en la entidad carabobeña y otros estados, reportó el presidente de Mavid Carabobo. Si los pacientes no reciben a tiempo esos medicamentos, pierden el efecto de la primera fase.

“Muchos de estos medicamentos todavía reposan en los almacenes del ministerio y tienen que ser distribuidos a tiempo, sobre todo para las personas que tienen VIH, ya que si no se tratan la tuberculosis primero, no pueden recibir el tratamiento antirretroviral y esto los puede llevar a la muerte. Es algo que está ocurriendo en todo el país”, advirtió.

 




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