Las deficiencias para surtir gasolina han causado que productos como plátanos, papas, yuca, cebolla y tomate vivieran un alza en sus precios de hasta un 30%. Esto se debe a que los camioneros ven imposibilitada la tarea de trasladarse a distintas ciudades del país, por lo que deciden comprar el combustible en mercados informales y añadirle el monto al coste final.
Algunos vendedores de plátano aseguran que se ven obligados a ganar una tarifa mínima para poder deshacerse de toda la mercancía rápidamente y evitar pérdidas. Aunado a esto, la situación dificulta considerablemente el poder distribuir el producto a bodegas y verdulerías en pequeñas comunidades.
La falta del carburante se ha agravado durante la pandemia por COVID-19, lo que ha inducido a los camioneros larenses a modificar su propia ruta. Comentan que recogen los plátanos en el estado Portuguesa, pero para poder ir primero deben pasar varios días en largas colas para intentar surtirse de combustible.
«Nosotros deberíamos ser priorizados para el tema de la gasolina porque lo que hacemos es buscar la comida del pueblo pero en las estaciones dolarizadas solamente nos echan 60 litros y mínimo necesitamos 200 para ir y venir», categorizó Elixander Mogollón, un transportista de la región.
Además, el costo del mencionado producto varía según el método por el cual se cancela. Por ejemplo, al pagar en efectivo el kilo al mayor se paga en unos 800 mil bolívares, pero en caso de hacer la operación mediante transferencias bancarias, puede llegar hasta el millón de bolívares.
Varios de los choferes han llegado hasta el extremo de transportar la mercancía en bicicletas o triciclos para poder vender todo lo que puedan y de esta manera evitar pérdidas.
«Duré cuatro días en la bomba premium, pero siempre llegan los guardias y echan lo que ellos quieren. No nos alcanza para la gasolina, por eso nos quedamos varados y no podemos ir a dormir a nuestras casas», manifestó el chofer Eduardo Silva.
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