Alumnos y profesores de la Escuela de Música «Perlas Para El Cielo” manifestaron su pesar por el fallecimiento de su amado profesor de maracas, Luis Eduardo Morillo Nieto.
Los niños y jóvenes que durante años recibieron sus enseñanzas con amor y pedagogía, así como los adultos que se sumaron con Luis Morillo a este sueño musical, hoy expresan la tristeza de ver partir a este excelente músico y mejor ser humano.
Y así lo demostró siempre, motivando además a sus alumnos con Síndrome de Down, a quienes en conjunto los contagiaba con su entusiasmo y pasión por este instrumento (las maracas) el cual hizo parte importante de su carrera y su vida.
Luz Dalia Morales Matarán, directora de Escuela de Música «Perlas Para El Cielo», comenta que hace seis años el profesor Luis Morillo llegó a esta institución con grandes ilusiones de aprender y transmitir su destreza musical.
Luis Morillo llegó a esta escuela en septiembre de 2011, como oyente de los talleres dictados por el maestro Juan Ernesto Laya (Layita).
Estas clases especiales fueron continuadas por el profesor Rafael Vásquez (Chume), quien al poco tiempo debido a sus múltiples ocupaciones como ejecutante de maracas tuvo que interrumpir la labor iniciada por Layita.
Es así como Luis Morillo se hizo cargo del grupo de alumnos que se había consolidado con los anteriores maestros.
“Empezó con siete alumnos y el grupo fue creciendo hasta llegar a 26, logrando una encantadora y loable tarea junto a niños y jóvenes que junto con él nos enseñaron a amar la música a través de la sonoridad de este instrumento idiófono”, dijo.
Ese 26 de junio el dolor se hizo visible en las redes sociales cuando se supo del trágico accidente en Tinaquillo, estado Carabobo, que cobró la vida de tres grandes músicos venezolanos, José “Cheo” Morillo de 37 años, René Henríquez de 38 y Luis Morillo Nieto de 35 años.
“Resultó una pérdida Irreparable, un dolor que aturde”, expresaron algunos amigos y representantes de sus los alumnos de la Escuela de Música «Perlas Para El Cielo”, perteneciente al municipio Naguanagua.
Carabobo pierde hoy a músicos excepcionales René Henríquez, bandolista, arreglista y director de Canoabo Ensamble; Luis Morillo, joven talentoso, gran maraquero, emprendedor, empresario; y José “Cheo” Morillo.
Todas sus clases eran especiales
La profesora Luz Dalia recuerda que Luis Morillo a todo momento demostró su amor por dar clases era muy evidente. “Su pasión por los niños también, no pasaba un cumpleaños por alto. Siempre dentro de la clase había un espacio para compartir las vivencias de sus viajes y de cada uno de ellos traía recuerdos a todos sus alumnos”.
Todas sus clases sin excepción eran un momento especial para sacar lo mejor de cada uno de sus alumnos. Y siempre la alegría y la buena risa acompañaban cada uno de sus “ítems” de clase cuando el desempeño era individual, y también lo aplicaba al grupo.
Era muy cuidadoso en la elección del material de trabajo, la música venezolana, todos los géneros del joropo, y de la música popular latinoamericana.
Siempre inculcó a sus alumnos el sentido de la responsabilidad que debe tener todo músico, de que la práctica de todo instrumento es diaria, y que por nada del mundo hay que desanimarse…hay que estudiar mucho y dedicarle tiempo de calidad al estudio y al entrenamiento.
En Sus clases “Baby”, con los más pequeñitos de 3 y 4 años de edad, demostraba siempre su profesionalismo, paciencia y dedicación, en pocas palabras un «MAESTRO».
Lo que dejó en nuestra Escuela de Música es inolvidable. Como persona un excelente caballero, respetuoso, colaborador, espléndido, generoso, con una calidad humana increíble, excelente amigo.
“Luis Morillo dejó una huella imborrable en nuestra Institución, muchísimas enseñanzas y anécdotas para recordar. Y aunque creo que se nos fue muy pronto, sabemos que Dios dispuso de él, para llenar de buena música el cielo”.
Luz Dalia Morales Materán anunció que el próximo 21 de julio, a las 8:30 am., en la Casa de la Cultura de Naguanagua, la escuela rendirá un sentido y sencillo homenaje al profesor Luis Morillo Nieto.
“Fueron 6 años de Feliz existencia compartida con nuestra institución y deja un semillero de maraqueros que seguirán dando frutos en pro de nuestra música venezolana. Vivan las Maracas y que sigan sonando en toda Venezuela… Nos dejas un enorme vacío, estamos viviendo nuestro duelo institucional y nos acostumbraremos a tu ausencia…Desde donde estés escucharas los capachos, las semillas de espuma de sapo bailando al ritmos de nuestra hermosa música venezolana”.
“No hay palabras que puedan describir lo que fuiste Luisito. Siempre estarás en mis recuerdos con tu sonrisa amplia, con tu solidaridad automática, con tu compromiso, con tu arte, con la música que nos dejaste y que hoy comparto como homenaje a tu talento. Que Dios los guíe a la Luz. Que dios te cuide Luisito”, escribió la destacada cantante venezolana Judith Rodríguez.
Otro talentoso músico carabobeño, Álvaro Granadillo, también dedicó unas líneas a su amigo Luis Morillo: “Siempre fue un honor, y el más grandioso de los gustos compartir con Luis Morillo (maracas) y René Henríquez (bandolista). Ambos excepcionales músicos y aún más y mejores seres humanos. Y fue un gran honor haber sido profesor de Luis en la UAM y colega de René (ambos egresados de la mención de educación musical de la UC), y fue un gran gusto compartir tarima y parrandear con ellos. Ahora ellos lo harán allá en el cielo, para deleite del Padre, amén.”
Mientras que el profesor Sergio González escribió: “Desperté hoy con la noticia dura y cruda de la partida de dos grandes amigos y colegas: Luis Morillo y René Henríquez. Dios necesitaba al mejor bandolista y al mejor maraquero para que la música venezolana resuene por siempre, y también se llevó al joven Cheo Morillo en la percusión. Buen viaje compañeros”.
