La cabaña donde vivía Josu Ternera desde septiembre de 2018, en Saint-Nicolas de Véroce (Francia). AFP

Los habitantes de Saint-Nicolas de Véroce, en los Alpes franceses, no salen de su asombro tres días después del arresto del histórico exjefe político de ETA, Josu Ternera, que vivía escondido en una cabaña rudimentaria en este municipio cercano al Mont Blanc.

A 1.470 metros de altitud, la cabaña de montaña se encuentra en la esquina de una pista de esquí de fondo y de una pista de esquí alpino. Una construcción de madera con tejado de chapa, un lugar solitario, cerca de Suiza y de Italia, pero por donde pasan cada invierno cientos de esquiadores.

Se accede subiendo a pie desde Saint-Nicolas. Fuera de temporada se puede llegar en coche 4X4 a través de la pista de esquí nórdico.

Por fuera de la casa, otras placas de chapa cubren madera cortada. Delante de la puerta solo hay un banco, y por un lado del chalet sobresale un tubo de chimenea.

A través de un resquicio se puede ver una chaqueta de hombre colgada de una percha, una cuerda roja para tender la ropa y sus pinzas, y colchones bajo un plástico.

Aquí vivía desde octubre el hombre más buscado de España, detenido el jueves delante del hospital de Sallanches después de pasar 17 años prófugo.

José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, más conocido como Josu Ternera, el exjefe político de ETA, la organización separatista vasca disuelta hace un año, vivía oculto desde 2002 para eludir la justicia, que lo buscaba por su papel en un atentado contra un cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza (norte de España), que causó 11 muertos, incluidos cinco niños, en 1987.

«Estupefacto»

El valle situado a pocos kilómetros de la cabaña donde se escondía Josu Ternera desde 2018, en Saint-Nicolas de Véroce (Francia). AFP

Se le consideró el ideólogo de la estrategia del terror emprendida en los años 1980 antes de decantarse por promover las fracasadas negociaciones de paz con el Estado español.

El propietario de la casa, guía de alta montaña y ganadero, que prefiere no desvelar su identidad, dice seguir «estupefacto» por el caso. Asegura que no usa «internet o cosas así», pero sabe reconocer un auténtico amante de la montaña.

Según él, se cruzó con «Bruno» –nombre que utilizaba Josu Ternera según la prensa española– en un camino de senderismo.

«Bruno» se presentaba así mismo como «escritor sudamericano» que buscaba descansar y aceptó de buen grado la cabaña del guía. «Al principio era para un mes, y no se habla de un alquiler», asegura.

Josu Ternera cortaba madera para participar.

Solo tenía dos sillas, una mesa, dos áreas para dormir, electricidad, inodoros secos y un hornillo, y debía lavarse en un barreño.

A menudo, bajaba a hacer la compra a la tienda de Viviane Grangenet, en Saint-Nicolas. Un «comercio completo», donde encontraba ultramarinos, comida preparada, recuerdos, libros, prensa, correos, servicio de tintorería…

Mentir a sus amigos

Por el camino, solía cruzarse con Christian, un octogenario que aún sube la montaña cada día con sus dos bastones de senderismo. Otros vecinos se prestaban a veces a llevarlo en coche.

Pero en general, «parecía muy solitario, y no hablaba», subraya Viviane. Ni si quiera se percató de su acento español, que en cambio era característicamente «fuerte», según el propietario de la cabaña.

«Muy educado», acudía cada día a primera hora, como para no encontrarse con nadie. Los medios españoles aseguran que está enfermo de cáncer, y Viviane afirma que parecía «más viejo» que sus 68 años.

El dueño de la casa dice que «no parecía tener mucho dinero y siempre iba vestido igual». Nunca se separaba de su mochila.

Jean-Marc Peillex, alcalde de Saint-Gervais –y de Saint-Nicolas de Véroce que le pertenece– también tiene una cabaña de montaña bien equipada, a 200 metros de la que ocupaba Josu Ternera.

La cabaña donde vivía Josu Ternera en Saint-Nicolas de Véroce (Francia). AFP

«No nos esperábamos tener una persona así aquí», tan lejos del País Vasco. «¿Tenía conexiones con los saboyanos?», un movimiento que reivindica pacíficamente la independencia de Saboya, se pregunta el alcalde.

Josu Ternera, condenado en ausencia en Francia en 2017 a ocho años de prisión por «participación en una asociación terrorista», fue puesto en detención provisional el viernes. AFP




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