Gran tristeza causó en el mundo cultural valenciano, conocer este martes sobre la muerte a los 97 años, de la educadora Mery Schwarzenberg, quien gozó del aprecio de mucha gente de la ciudad.
Mery era una mujer sencilla, pero muy culta y amable. Diminuta de tamaño, pero de gran corazón, trataba de ayudar y orientar a quien se lo pidiera, siempre con una sonrisa.
Nació en San Fernando de Apure, pero desde muy pequeña se radicó en Valencia donde se graduó como maestra normalista y después se dedicó a educar a las futuras generaciones. Amaba a Valencia como si hubiese nacido en su seno.
De acuerdo a datos aportados por su sobrino Carlos Zerpa, el artista plástico, era descendiente del príncipe Francisco William von Schwarzenberg Clement, de Alemania, quien vino a Venezuela en 1.860 y se radicó en el estado Apure, donde formó su familia.
Mery Schwarzenberg se casó y se divorció. Solo tuvo un hijo, César Jerez. Vivía en un edificio en el sector El Viñedo, donde falleció este martes a las 7:30 am, rodeada de varios conocidos.
Fue docente en el Colegio Nuestra Señora de Lourdes y sub-directora en la Escuela Fernando Peñalver. Realizó numerosos cursos y seminarios sobre diversos temas educativos, creatividad y producción artística.
Fue además coordinadora de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Carabobo desde su fundación en 1979 hasta 1988, y primera presidenta de los Clubes de Leones de Carabobo.
Ocupó la secretaría del Ateneo de Valencia, bajo la presidencia de su amiga por Frida Añez en el año 1955, y le correspondió organizar la Exposición Internacional de Artes Plásticas que se celebró con motivo del Cuatricentenario de Valencia.
Años más tarde volvió a integrar la directiva del ateneo, bajo la presidencia de Vitalia Muñoz de Chacín, durante tres períodos.
También fue fundadora de la Fundación Teatro Municipal, en 1984 y vicepresidenta de la Sociedad “Amigos de Valencia”, bajo la administración de la profesora Subdelia Páez de Sevilla.
Mary Schwarzenberg amaba el Teatro Municipal de Valencia, por lo que siempre agradeció la distinción que le hizo la alcaldía, al designar con su nombre a una sala de ese espacio cultural.
En los años 2008 y 2009 estuvo al frente de las relaciones públicas del teatro, por lo que se dedicaba a hacer visitas guiadas para mostrar los espacios del imponente Monumento Histórico Nacional, lo cual la complacía.
Cuando su salud se fue menguando, prefirió quedarse en casa pero seguía activa con reuniones con sus vecinos, hasta este martes que falleció.
Cora Páez la recuerda como una gran mujer que le dio vida al quehacer cultural valenciano, por lo que la ciudad siempre le estará agradecida.
El acto velatorio se cumplirá esta tarde en la funeraria La Esperanza de la avenida Bolívar norte, frente al rectorado de la UC.
