Nancy Martínez, familiar del agricultor. (Foto Cortesía)

“Mi hermano no usaba armas, era agricultor y taxista, un padre de familia, dejó dos hijos, de 12 y 7 años, pero la mala situación económica lo hizo meterse en esa granja a buscar pollos para llevar algo de comida a su casa. Quiero que lo digan públicamente, no era delincuente ”; expresó Nancy Martínez, hermana de Pablo Geovanny Sivira Martínez (31).

Pablo, su sobrino AndryGrazziano (24) y otro labriego, murieron la noche del martes 17 de abril, al ser sorprendidos dentro de una granja en La Providencia, de Carayaca, estado Vargas. Un herido en una pierna fue atendido en el hospital Eudoro González de la localidad, y sobrevivió para contarlo.

El agricultor salió a las 4 de la tarde con su sobrino Andry y no volvió. Vivía en Petaquire, cerca de Carayaca. Esa noche, cerca de 70 personas se metieron en la granja, pero fueron repelidos a tiros. Los sobrevivientes cuentan que corrían desesperados, en medio de la oscuridad, en distintas direcciones, “no se veía nada”, chocaban entre ellos, se caían al suelo, saltaron por unos barrancos, cayeron por quebradas, y buscando hacia la playa lograron alejarse de la granja.

Adentro quedaron tres. Al día siguiente las autoridades levantaron dos cuerpos pero faltaba Pablo. Sus familiares fueron el jueves, pidieron permiso para entrar a buscarlo, pero los encargados de la granja llamaron a la policía y les negaron el acceso. Los agricultores estaban decididos, “si no entramos por las buenas lo hacemos por las malas”, y se lo permitieron.

Volvieron el viernes, el sábado y fue el domingo cuando lo hallaron, a 20 metros de un galpón y a 50 metros de donde había caído Andry.

Estaba en estado de descomposición, con un disparo en el abdomen yse había desangrado. Lo reconocieron por su ropa y su bolso, pero no tenía el celular.

Pablo cultivaba legumbres y hortalizas, su terreno estaba limpio, listo para sembrar, pero no tenía dinero para comprar los insumos y los químicos. También era taxista, pero su carro está sobre cuatro bloques por falta de cauchos.

Para costear los gastos funerarios, pidieron dinero prestado, con garantía del carro, que tendrán que vender para pagar el crédito.

El cuerpo de Pablo estaba cerca de una planada. Su hermana dice que pasaron varias veces por allí cuando rastreaban la granja, y no lo vieron. Piensa que cayó en otra parte y lo colocaron en ese lugar para que lo encontraran.

Pablo era el menor de cuatro hermanos, único varón, y sus hermanas están decididas a defenderlo hasta lo último.




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