El expresidente del Gobierno de España Felipe González (1982-1996) llamó este martes a «combatir el populismo» y no «dejarse arrastrar a los extremos», para reconstruir la «inmensa centralidad» en la que a su juicio está la mayoría de la gente.
«Hay una crisis de partidos políticos, y las coaliciones funcionan como bloques, los bloques se antagonizan y dentro de los bloques, aunque sea minoritarios, que casi siempre los son, el que más grita impone su discurso al mayoritario de la coalición», dijo el veterano político socialista, de 80 años, en una conferencia en Buenos Aires.
Para González, los extremos «parecen dominar el discurso pero no la realidad social», y consideró que «si uno está atento solo al griterío, no oye lo que pasa en la calle».
«Hay que ver lo que arrastra un discurso demagógico. Ese que llamamos populista, de cualquier signo. El populismo es dar una respuesta simple, no sencilla, a un problema complejo. Como el problema complejo no se resuelve con una respuesta simple, el populista, además de una respuesta simple, tiene que señalar al culpable de que eso no se puede hacer», señaló.
Es por eso que llamó a «combatir el populismo» y «no dejarse arrastrar a los extremos»: «Hay que reconstruir el espacio de convivencia democrático, hay que reconstruir esa inmensa centralidad en la que está la mayoría de la gente, que muchas veces le llaman mayoría silenciosa».
Reclamo mayoritario
El expresidente remarcó que la mayoría de los ciudadanos reclama acuerdos políticos y que incluso se lo traslada gente por la calle.
«Algunas veces incluso me dicen: ‘¿Y tú por qué no vuelves?'», a lo que él contesta: «Por favor… ¡donde voy a volver con estos años ya!»
Como chascarrillo, reconoció que «están volviendo» políticos de su generación y que el presidente estadounidense, Joe Biden, tiene incluso «un poco más de dificultad de circulación» que él.
Sobre el Gobierno de coalición del socialista Pedro Sánchez, González dijo que nunca entendió que, después de la investidura, los partidos que lo integran pactaran un programa de Gobierno y «al mes siguiente», con la aparición de la pandemia de COVID-19, no se preocuparan de revisar «qué se podía y que no se podía hacer», y se limitaran a cumplir con lo pactado pese a que las circunstancias hubieran cambiado.
Los pactos de La Moncloa
Invitado por las organizaciones empresariales argentinas que integran el llamado Grupo de los 6, el exlíder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) disertó en un hotel de Buenos Aires ante políticos del país suramericano -tanto del oficialismo, entre ellos varios ministros, como de la oposición-, sindicalistas, empresarios y líderes religiosos.
El objetivo era conocer su experiencia como uno de los firmantes de los Pactos de la Moncloa, que fueron suscritos en 1977, durante la Transición española a la democracia tras la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), con alto consenso político y marcaron la apertura económica y política en medio de la crisis que vivía España.
En Argentina, que arrastra una complicada situación económica, con alta inflación, esos acuerdos son recordados como un exitoso ejemplo de diálogo.
«Los Pactos de La Moncloa nos enseñaron el valor del diálogo y el pacto, y eso permitió que desde 1812, la única Constitución pactada que no era de la mitad de los españoles que ganaba a la otra mitad, fue la del 78», aseveró González. EFE
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