Una sesión en la Cámara de Diputados de Argentina convocada para este martes por el oficialismo para discutir sobre la crisis política en Venezuela fracasó por la falta del quórum necesario para habilitar el debate.
«Siento que son detractores de los derechos humanos aquellos que no acompañan hoy la sesión especial por la crisis humanitaria y política en Venezuela», dijo la diputada oficialista Cornelia Schmidt-Liermann, a través de la red social Twitter.
El bloque del gobernante frente Cambiemos, que es el mayor en número pero no tiene mayoría propia en la Cámara de Diputados, no logró reunir los 129 diputados presentes necesarios para habilitar la sesión.
En el debate, al que se presentaron tan solo 74 de los 257 miembros que tiene la Cámara baja, el oficialismo pretendía aprobar un proyecto de declaración de repudio al «golpe» en Venezuela.
Sin el quórum necesario para habilitar formalmente un debate, los oficialistas tomaron de igual modo la palabra en el recinto para sentar su posición respecto de la crisis en Venezuela.
El titular del bloque Cambiemos, Mario Negri, pidió estar alertas ante casos como el de Venezuela pues, a su juicio, cuando la democracia «se debilita», los derechos humanos «se avasallan y la prisión pasa a ser el canal más veloz para acallar voces de opositores».
La sesión en Diputados fue convocada por el oficialismo luego de que días atrás el Gobierno de Mauricio Macri lamentara formalmente en un comunicado las muertes que han producido los «continuados hechos de violencia política» en Venezuela, fruto de la ola de protestas desatada en el país caribeño.
En un comunicado, la Cancillería argentina renovó el jueves pasado su «llamado al diálogo» entre el Gobierno y la oposición venezolanos y «al pleno restablecimiento de las instituciones democráticas».
En las últimas semanas, la oposición ha llevado adelante una serie de protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro, muchas de ellas dejando fuertes enfrentamientos con los cuerpos de seguridad.
Las manifestaciones se iniciaron tras la decisión del Tribunal Supremo de Justicia -revocada dos días después- de asumir las facultades del Parlamento mientras este persistiera en el desacato al desconocer una decisión de la máxima corte sobre tres diputados opositores suspendidos de sus cargos.
