El fraude es un concepto de connotación negativa, ya que implica actitudes engañosas, ardides, dolo, o sea: intención maliciosa. Cuando se le dice a una persona que es un fraude, es señalarle que toda ella es una mentira, pues se desenvuelve en su vida con ocultamiento de sus verdaderas intenciones.

En los últimos procesos electorales venezolanos organizados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), se ha cuestionado -tanto nacional, como internacionalmente- el prestigio y la honradez de dicho organismo (y -por ende- todo lo que le esté conexo a su sistema). Por cuanto los analistas han puesto en duda el procedimiento sano de los datos de los procesos en cuestión: incluso “SmartMatic” (SM), la empresa internacional proveedora del software de votación, de respaldo de data, etc- y del hardware máquinas de votación, antenas, servidores, proxys, etc., a lo largo de años en Venezuela y en diversas regiones del mundo.

Normalmente, en los procesos electorales en Venezuela, los ciudadanos sólo pueden votar en el centro al que han sido designados por el CNE; de todos es sabido que para cambiar de centro deben atravesar un engorroso proceso burocrático. Este difícil proceso, el CNE siempre lo ha aplicado a los disidentes democráticos, mas no así a los identificados con este régimen, a los cuales se les ha brindado todo tipo de facilidades para ser ubicados en los centros de votación que más le conviene a esta dictadura.

Pero, ahora Tibisay Lucena señaló -dos días antes del pasado domingo- que esta medida no se aplicará para las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Dijo que tampoco la tinta indeleble sería utilizada. Ya los electores no tendrían que mojar el meñique como contraseña para evidenciar que ya ejercieron el voto. Tampoco habría respeto de las proporciones y se utilizaría un «subregistro» de electores. Y, con la decisión de que los ciudadanos podrán votar en cualquier centro, no habría certeza sobre cómo sería el manejo con los cuadernos electorales.

“Sin auditorías, con movilidad entre centros y con centros nucleados. Será difícil que le crean a Tibisay el dato de participación de la ANC”, escribió en su cuenta de twitter el periodista Eugenio Martínez, especializado en temas electorales.

“Votar ‘donde sea’ para ganar ‘como sea’ y sin controles fue la nueva oferta de Tibisay, representante del ‘mejor sistema electoral del mundo’, señaló el abogado Ramón Escovar León sobre lo anunciado por la Rectora Principal del CNE.

La rectora Lucena echó por la borda todo el trabajo del CNE para garantizar transparencia en la votación. Increíble, pero cierto.

“No sé si hay precedentes en el mundo sobre un fraude electoral anunciado en cadena nacional por la ejecutora de la trampa. ¡Vaya récord Tibi!”, dijo la periodista Ibéyise Pacheco (@ibepacheco).

El miércoles próximo pasado, la empresa SM, empresa especializada en procesos electorales y responsable directa de los últimos eventos comiciales en Venezuela desde hace más de una década y pico, dijo (por boca de uno de sus directivos) que la data de participación de la ANC fue “manipulada” en -al menos- un millón de votos. Reflexiones e interrogantes de GA: el pueblo venezolano se pregunta: ¿ hubo manipulación en los procesos anteriores? ¿será que debido a las sanciones impuesta por Estados Unidos de Norteamérica al régimen, esta empresa se ve amenazada y cuestionada en su operatividad mundial? Es de destacar que tiene una agencia en funcionamiento en el territorio de tal país.

El comunicado con el dato que la participación en la elección de la ANC del pasado domingo 30 de julio en Venezuela fue «manipulado», afirmado el miércoles pasado en Londres por Antonio Múgica, el Consejero delegado de la empresa  SM, institución encargada de suministrar la tecnología necesaria para las votaciones en el país desde el año 2004 es lapidaria (una piedra preciosa digna de ser considerada y recordada por su solemnidad o concisión).

El sistema automatizado empleado por el CNE en Venezuela «está diseñado para que, en caso de manipulación, su detección sea inmediata y muy fácil de identificar», indicó la empresa en un comunicado. Pregunta de GA: ¿por qué este recurso no se aplicó en los procesos anteriores? Muy sencillo, , SM no corría riesgo de su operatividad ni contra su prestigio mundial. Las sanciones de USA impuestas recientemente a esta dictadura incluyen ineludiblemente a esa organización.

CNE anunció que 8.089.320 millones de venezolanos votaron este 30 de julio.  Mugica afirmó que –»Gracias a la existencia de este robusto sistema (…) podemos saber, sin lugar a dudas, que en las pasadas elecciones de ANC hubo manipulación del dato de participación».

El texto agrega: –»¿Qué ocurrió? ¿Y por qué garantizamos los resultados de las elecciones anteriores, pero no podemos decir lo mismo de esta última elección?: –nuestro sistema automatizado está diseñado para evidenciar cualquier manipulación, pero deben existir personas observando el sistema y esperando por esas evidencias: los auditores. En esta elección no hubo auditores de la oposición porque ésta no participó».

SM recordó haber respaldado todos los resultados de los comicios realizados en Venezuela desde el año 2004 al 2015, incluida la elección del actual Presidente de la República por un minúsculo margen -cuestionado también- en 2013, o la victoria de la oposición en la Asamblea Nacional en 2015.

Asimismo, explicó que –“en todos los comicios desarrollados en Venezuela, las actas impresas del escrutinio de las mesas de votación están en manos de los testigos de los grupos políticos. Cuando el ente electoral publica en su página web los resultados, mesa por mesa, es muy fácil la comparación de todas estas actas impresas contra los resultados publicados por el organismo electoral. Además, la suma de todas las actas, es decir, la totalización, debe coincidir con los resultados que publica el CNE. Este es un mecanismo que permite descartar cualquier tipo de manipulación en la transmisión, totalización y publicación de resultados. Esto se ha hecho en todas las elecciones venezolanas desde 2004 hasta 2015, pero no se hizo para esta elección del pasado domingo», sumó. Comentarios de GA: “Siempre ha habido cuestionamiento de la oposición democrática a dichos resultados, pero nunca fueron aclarados, como en esta oportunidad”.

La empresa finalizó: –«Una auditoría permitiría conocer la cantidad exacta de participación. Estimamos que la diferencia entre la cantidad anunciada y la que arroja el sistema es más de un millón de electores».

Según usuarios a través de la red social twitter dijeron que 20 gerentes técnicos de SM «fueron sacados del país» por seguridad ante denuncia sobre lo hecho en el CNE.

Por otra parte, sólo 3,7 millones de personas habían votado hasta las 5:30 p.m en las controvertidas elecciones de la ANC de Venezuela el domingo pasado, de acuerdo con datos internos del CNE revisados ​​por Reuters, lo que arroja dudas sobre los 8,1 millones de personas que las autoridades dijeron que votaron ese día.

La elección de la superestructura legislativa ha sido criticada por los especialistas políticos tanto nacionales, como internacionales como ilegítima y diseñada para dar -al impopular régimen- poderes para reescribir la Constitución y dejar a un lado a la Asamblea Nacional dirigida por la oposición, en un proceso electoral donde participaron (dos semanas antes) más de siete millones de venezolanos.

En respuesta a la votación de la ANC, el gobierno estadounidense sancionó el lunes al inquilino de Miraflores, llamándolo ¡dictador! para «apoderarse del poder absoluto».

La baja participación sería una acusación principal contra la dictadura, especialmente después de que la oposición celebró el mes pasado su propio voto no oficial en el que dijo que más de 7,5 millones votaron en contra de la polémica asamblea del gobierno.

Los documentos que dividen los datos en los 14.515 centros de votación de Venezuela, muestran que 3.720.465 personas votaron a las 5:30 p.m. -«Aunque es posible tener un último empujón al final del día, y el Partido Socialista de Venezuela ha tratado de hacerlo en el pasado, duplicar el voto en la última hora y media sería sin precedentes», dijo Jennifer McCoy, un científico político que dirigió varias misiones de observación electoral a Venezuela para el Centro Carter, con sede en Atlanta.

Venezuela está atravesando una gran crisis, con millones de personas sufriendo escasez de alimentos, elevando la inflación y meses de disturbios anti-gubernamentales (con detenidos, heridos y muertos), lo que hace más improbable que una participación tan cuantiosa haya sido obtenida por el régimen.

Las autoridades dictatoriales habían presionado fuertemente a los trabajadores de la administración pública para que votaran, incluso amenazándoles con el despido si no lo hacían. Varios trabajadores recibieron llamadas telefónicas de jefes o colegas a altas horas del día para empujarlos a votar.

Y los expertos electorales cuestionaron el proceso de votación, que -según ellos- está plagado de irregularidades. Muchos, incluyendo un miembro del CNE, cuestionaron al resultado.

«Por primera vez desde que asumí este compromiso con el país, no puedo garantizar la consistencia o veracidad de los resultados ofrecidos», dijo Luís Emilio Rondón, uno de los cinco directores del  CNE en un comunicado puesto sobre las redes sociales.

La Fiscal General del país, Dra. Luisa Ortega Díaz, larga aliada del gobierno, también puso en duda las cifras. -«Estoy absolutamente segura de que esos números no son correctos», dijo el pasado lunes. -«Lo que anunciaron fue una burla al pueblo».

La oposición se ha quejado desde hace tiempo de que el CNE permite el uso injusto de los recursos estatales en favor del partido socialista gobernante y en los últimos años ha cuestionado los resultados.

La jornada electoral del pasado domingo se fraguó el fraude más descarado en la historia republicana de Venezuela con el anuncio del CNE de supuestos ocho millones de votos con los que se “legalizaría” la Constituyente. La comunidad internacional no sólo desconoció dichos “resultados”, sino que también rechazó el saldo mortal que dejó la represión.

El periodista de investigación, Nelson Bocaranda, en su columna Runrunes, reveló cómo el pasado “simulacro” organizado el mismo día de la consulta popular del 16 de julio, adelantó a los “rojitos” la alta abstención que obtendrían en su fraudulento proceso.

El último en la noche, mientras nos engañaban con votantes en Los Teques a las 10:00 p.m. para demostrar ‘la enorme afluencia’ que en ningún centro se vio, sino en el Poliedro al juntar todos los municipios de Libertador en el reparto de las bolsas CLAP que no entregaban hace semanas, decidieron que el máximo de votantes sería de 3,6 millones, el 19,1% del registro, y lo elevarían a 7.284.604. Fue allí cuando reiteraron los asesores del bochorno que debían ser superiores a los de la MUD”, asevera ese comunicador basado en sus fuentes cercanas en el CNE.

El fraude de la constituyente apareció desde el mismo momento en que planificaron esta parodia de convocatoria a una constituyente derivada y tramposa por parte del ilegal Presidente. Lo tenían todo planificado. El resultado dado por la Presidenta del CNE, Tibisay Lucena, no se corresponde con la realidad. Eso es otro fraude, que desborda el cinismo, lo inmoral y lo anti ético. La abstención se calcula en un 90%, y el cinismo de Tibisay lo redujo, con su gobelsiana mentira al 59%. No tiene vergüenza esta ciudadana. Además abultó la cifra de votantes a 8.089.320, cuando en realidad votaron aproximadamente 2.600.000 venezolanos, entre ellos, un aproximado de 40% son empleados públicos que fueron a votar obligados por los ministerios, gobernaciones e instituciones de la administración pública, bajo la amenaza de ser despedidos. Dicha cifra fue superada por la Consulta Popular o Plebiscito efectuado el 16 de Julio para preguntarle al pueblo sin quería la fraudulenta constituyente, donde participaron más de 7 millones 600 mil venezolanos.

Éste es el fraude más grande que un organismo electoral haya cometido junto a su gobierno. Nunca antes había ocurrido con tal dimensión. Superó el fraude cometido por el dictador Marcos Pérez Jiménez en el plebiscito que la dictadura organizó en el año 1957, al preguntar al pueblo si quería que él continuara en el poder. Hicieron aparecer más boletas con el SI, con lo cual el dictador continuó gobernando hasta que el pueblo venezolano lo sacó del poder. Hoy, a 60 años, éste episodio venezolano se repite y de manera semejante también este dictador puede salir de la Presidencia de la República.

¡Debe hacerse la revisión de los respaldos (hechos sobre la plataforma del Oracle o cualquier otra que haya sido utilizada): ¡la justicia nacional e internacional deben despejar la realidad y divulgarla al mundo: es mucho lo que está en riesgo; incluso, vidas de humanos!

 

 




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