Los profesores de la Universidad de Carabobo (UC) la están pasando muy mal. De eso no hay duda. Con salarios que oscilan entre los tres y siete dólares es imposible para ellos costear sus tratamientos médicos.
Pero hay Gente que suma como los alumnos de la Comisión Estudiantil para el Bienestar de la Comunidad Profesoral Activa de la Facultad de Ciencias de la Salud (Coesbicop), quienes se han dedicado a ayudarlos para evitar que enfrenten complicaciones con su salud.
De acuerdo a los estudios que han realizado, se requiere entre 35 y 35 dólares al mes para costear las medicinas para enfermedades crónicas. “Ellos no pueden parar sus tratamientos, sus vidas dependen de eso”, resaltó Mario Da Silva, presidente de Coesbicop.
Es todo un drama. Se trata de profesores que han dedicado su vida a la UC y, durante los últimos años, han perdido casi todos sus beneficios y sus salarios son lo mismo que una miseria. “La mayoría de estos casos no tienen capacidades económicas para cubrir sus tratamientos”
Más de 50% de los afiliados padecen de hipertensión, mientras que otro importante grupo tiene problemas con la tiroides “y si no tienen el tratamiento se complican”. Lo mismo sucede con quienes tienen diabetes y, peor aún, quienes tienen riesgo de padecerla “y pueden pasar de tomar un comprimido a tener que administrarse insulina y eso tratamos de bordarlo oportunamente”.
Además, quizá se consiga en las farmacias un antihipertensivo, pero los profesores de la UC no tienen los recursos para comprarlos.
Actividades pro-fondos
Coesbicop nació entre septiembre y octubre de 2019 y en ese momento eran un poco más de 50 docentes de la Facultad de Ciencias de la Salud los adscritos.
Pasados unos meses y con la pandemia por COVID-19 ese número se duplicó. “Tratamos de ayudarlos a todos, incluso a personal obrero y administrativo de algunas dependencias, y si está a nuestro alcance también colaboramos con medicinas para el coronavirus”.
Para sustentarse deben realizar diferentes actividades. El primer evento pro-fondo lo hicieron una semana antes del comienzo de la cuarentena y, desde ese momento, tuvieron que pasar por un proceso de adaptación para transformar esas jornadas a lo digital.
Se trata de cursos y talleres que los mismos docentes de Coesbicop dictan. “Sin su participación sería imposible seguir funcionando para ayudarlos a ellos mismos”.
También han establecido redes de ayudas entre los estudiantes. “Porque los alumnos empatizamos con nuestros profesores y los queremos sanos”. Es así, como esta comisión estudiantil de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UC es Gente que suma.
