“La esperanza es el estado de ánimo en el cual se crea que aquello que uno desea o pretende es posible” “Para teología cristiana la esperanza es la virtud que capacita al ser humano para tener confianza de alcanzar la vida eterna con la ayuda de Dios”

La esperanza es verde (como la luz del semáforo que ordena andar), como es la representada en la imagen de Maria Santísima de la Esperanza Macarena Coronada, conocida popularmente como Reina, Señora y Virgen de Sevilla, debido a su gran devoción y al fervor entre los sevillanos y que aparece mostrando cinco pétalos de cristal de roca francés de color verde engarzadas en forma de azucena, denominadas “mariquillas” que le traspasan el pecho.

El vocablo “esperanza” es una palabra compuesta, pues deriva de dos voces: 1ª del verbo transitivo e intransitivo “esperar”, y 2ª del sufijo “anza” que indica acción, resultado o cualidad. Es decir, es un estado de ánimo activo, no pasivo, que conlleva un resultado.

Se hace necesario aclarar lo expresado en las líneas anteriores para entenderlo mejor y comprender bien lo que toca hacer ¡hasta el final! Y para eso se apoya de lo enunciado en Wikipedia: “la esperanza es un estado de ánimo optimista basado en las expectativas de resultados favorables relacionados a eventos o circunstancias de la propia vida o el mundo en su conjunto”

Como se entiende, implica abrigar confiadamente un deseo con anticipación.

La Real Academia Española hace entender que ese estado anímico surge cuando un logro deseado se presenta como posible, alcanzable.

Por su lado, en la doctrina cristiana se concibe como una virtud teologal por la cual se espera que Dios dé lo prometido.

Paulo Freire, en el ámbito de la enseñanza, la presenta como una “necesidad ontológica” que mueve y marca una dirección.

Filosóficamente, puede afirmarse que ese estado de ánimo surge de la transfiguración del alma, del corazón y de la mente en una trilogía activamente expectante, pues ese trígono debe estar amalgamado y comprometido con todo su ahínco.

Mientras que la expectativa es una expresión que pertenece al presente y que está vinculada (atada, concatenada) con el futuro: ¡jamás con el pasado! Y se relaciona con “esperanza” que también es antagónica con el pasado y en su esencia palpita vivamente y con fulgor inextinguible e irreductible la expectativa de cambio, de mejora, de sobrevivencia, de buen porvenir, de profecía con buenaventuranza que es manifestada por la boca de los inspirados que transmiten esas ideas nacidas de una visión de futuro que les hace percibir lo que es infinitivamente posible y que se funda en el amor, en la unión y en la alineación reinvindicantes.

Bien lo dice el mito de la Caja de Pandora al comunicar ésta lo sucedido a Prometeo y Epimeteo, diciendo que lo único a lo que siempre podrían recurrir era a la esperanza, pues es lo que quedaba en la caja y por lo tanto, lo último que se puede perder.

El dialogo político que se desarrolla en Barbados, debido a la gravísima crisis venezolana, cabe resaltar que esa actividad puede compararse con la Caja de Pandora, pues hacer lo indebido puede empeorar catastróficamente la situación y por esto es válido pasearse por traer a la memoria que en la mitología griega tal caja era una tinaja ovalada que fue dada por primera vez a la primera mujer (creada por Hefesto por orden de Zeus) como regalo de bodas con recomendaciones de no abrirla jamás, pero Pandora era muy curiosa y decidió destaparla para ver que había dentro de ese obsequio, al hacerlo, escaparon de su interior todos los males del mundo y, cuando atinó cerrarla, sólo quedó en el fondo el espíritu de la esperanza (Elpis) el único bien que los dioses habían metido en ella.

En fin. El informe Bachelet, es brutal y obliga no sólo la existencia de Barbados, sino que ahora el mango del sartén lo tenga la oposición venezolana, sino que adquiere una connotación de gran magnitud. Aquellos países que reconocieron a Guaidó como Presidente (E) de Venezuela desde enero del presente año, lo que implica que caminar a un escenario electoral no se parece en nada a traicionar la esperanza popular que hoy se convierte en una “gran yunque venezolano•”.

Resoluciones o acuerdos de lo hoy llamado “negociación” puede ser salidas, alternativas, opciones diversas para también derrocar las políticas de este régimen dictatorial, autoritario, a militares enchufados y el resto de corruptos de este regimen etc, etc.

Sin embargo, ubicando la realidad venezolana en los tiempos de hoy en día, hay senderos extremos, que por ejemplo, plantean o gritan: “que lleguen, que vengan los ´marines´” y el otro lado extremo de la acera también que proponen: “Vamos a unas elecciones libres y transparentes, donde se incluyan las FAN”. En otrora dinámica la consigna sería: “Elecciones Generales ya”, pero; apelando y considerando la conciencia histórica de Venezuela e incluso la del entorno geográfico se hace necesario mencionar algunos acontecimientos de la vida política que marcaron un previo y un post de los episodios acaecidos: países, guerras, represiones, dolores, traiciones y transiciones. Y elecciones luego de mesas de diálogos, también han existido.

Desde hace cierto tiempo se ha venido diciendo que la comunidad internacional ha venido pidiendo elecciones libres y transparentes -es un componente básico, necesario e indispensable- de la esperanza del pueblo democrático venezolano. Los que andan oponiéndose a esta posible solución democrática, es porque se oponen a todo -con razón o sin ella- simplemente para conservar su “parcela de poder” político y/o econòmico.

Es iluso pensar que los “marines” van a venir a resolver nuestro problema interno que de alguna manera está afectando a la región, pero cuando existe un informe sobre la violación de los DDHH y/o fundamentales sostenidos por la ONU es distinto pensar en un proceso electoral, porque sin duda, las condiciones hoy ya comienzan a favorecerá esta expresión popular que sin algún plebiscito en las calles se mostró un señalamiento una fuerza contundente contra este régimen dictatorial-corrupto-narco, lo que permite afirmar: “Barbados nos pertenece y las condiciones también”

Ante la realidad de la negociación en Barbados por el bien de Venezuela, hay que tener siempre presente que: “¡la esperanza es lo último que se pierde!”

Chichí Páez
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