Para esos señores que están  “mandando”   (no me sale gobernando)la palabra “libertad” tiene un concepto un poco restrictivo, limitándose solamente a esos aspectos relativos a la actividad que desempeñan.

Para ellos, entonces, y no siempre, la libertad es el derecho de opinión, el derecho de disentir, de pertenecer a distintas agrupaciones políticas.Y para eso, tratan, con convincente oratoria mezclada a una mal disimulada demagogia barata, de catequizar al pueblo diciendo, con las venas que casi se le salen del cuello, que esa es la verdadera libertad y que hay que defenderla a como dé lugar, hasta con la vida si fuera necesario (por supuesto con la vida de los demás).

Claro está que todo eso es muy importante y representa una faceta muy significativa de la libertad porque si no puedes opinar, como sucede desde hace  54 años en la Cuba castrista, se vive en una dictadura que es la antítesis de la libertad.

Sin embargo para los ciudadanos normales que viven de su trabajo, que están en contacto cotidiano con la angustiosa realidad del país, que sufren las penas de esa dramática falta de seguridad que exaspera, que no tienen protección – como tantos personeros públicos – para esos ciudadanos – repito-   la libertad es otra cosa.

Por ejemplo, para ese ciudadano común, que representa la aplastante mayoría de esta Venezuela revolucionaria, LIBERTAD es poder transitar con su familia sin la angustia de que lo asalten o lo atraquen…LIBERTAD es poder  salir de noche libremente y pararse a un semáforo sin la obsesión  de que algún malandro lo encañone para quitarle el carro… LIBERTAD es saber que existe un poder judicial capaz de juzgar con honestidad sin perjuicio y sin discriminaciones…LIBERTAD es tener la seguridad de que si uno se enferma, y no tiene recursos o un seguro costoso, es igualmente asistido porque la salud de un ciudadano es patrimonio de Venezuela… LIBERTAD es poder hacer con su proprio dinero lo que le da la gana sin el esclavizante control de cambio impuesto por un gobierno autoritario.

Frente a esa situación realmente angustiosa, la pregunta brota espontánea: ¿en Venezuela hay verdadera Libertad? Que cada quien en su propia conciencia se de una respuesta sin olvidar nunca que la verdadera libertad es una conquista  para la cual hay que luchar sin tregua, es un bien que hay que proteger día tras día porque en cualquier momento puede estar en acecho la persona ambiciosa que con falsas promesas de una utópica igualdad puede aprovecharse de la Libertad para sofocar esa misma Libertad. Y cuando eso llega a suceder, como sucedió hace 54 años en la Cuba castrista, queda enterrado y para siempre lo más sagrado, que es su DIGNIDAD. ¿Eso es lo que queremos?

Desde Italia – Paolo Montanari Paolo




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