Este viernes, en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), el Instituto CASLA presentó el informe anual sobre Crímenes de Lesa Humanidad en Venezuela, documento que compila las cadenas de mando y los métodos de tortura utilizados por los funcionarios de seguridad del gobierno chavista contra los presos políticos.
Tamara Suju, directora ejecutiva del CASLA, organización pro derechos humanos y vigilante del estado de la democracia en Latinoamérica, dijo en la presentación del informe que con trabajo de campo han logrado identificar a torturadores y establecido cadenas de mando que empiezan en altos niveles del ejecutivo de Nicolás Maduro.
“No hay forma de decirle a nadie que Nicolás Maduro no está totalmente implicado en la comisión de los crímenes de lesa humanidad, porque funcionarios le responden directamente y lo llaman y le cuentan lo que está pasando”, dijo Tamara Suju.
La investigación es parte del soporte probatorio que se utilizará en el proceso ante la Corte Penal Internacional contra el gobierno chavista por sistemáticas violaciones a derechos humanos y crímenes de lesa humanidad.
De enero de 2021 a enero de 2022
El período de investigación comprende desde enero de 2021 hasta inicios de este año y ha sido elaborado a partir de entrevistas con informantes internos del gobierno de Nicolás Maduro, que han testificado en calidad de anonimato.
La organización tiene identificadas a personas dentro de los aparatos de seguridad e inteligencia que han infringido torturas a presos políticos, y con ello se han establecido las cadenas de mando, que van desde los titulares de defensa comandadas por el presidente de la república a cargos intermedios hasta llegar a los hechores, según relata el informe.
“Porque hay temor sobre el alcance de la justicia internacional”, dijo la abogada, que además presentó, en una serie de diapositivas, los métodos utilizados, que van desde uso de instrumental para descargas eléctricas, sometimiento a confinamientos de baja temperatura, privación de alimentos e hidratación, hasta simulacros de fusilamiento para infundir terror en las víctimas.
El caso de Mattew Heath
El estadounidense Mattew John Heath es uno de los estadounidenses presos en Venezuela, arrestado en septiembre de 2020 y acusado de «conspiración contra la patria», delitos que usualmente imputan a nacionales del país petrolero.
La madre del detenido, Konnie Haynes, dijo en la presentación del informe que no pasa un día sin que la «quebrante el llanto» al tener noticias de las condiciones en que se encuentra su hijo en Venezuela y los medios de tortura utilizados por sus captores.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, que acompañó la presentación del informe, dijo que el mismo refleja que «el mundo no puede acostumbrarse a las historias de miseria, tortura y horror que viven los venezolanos», y destacó las pruebas que arroja el informe sobre los métodos utilizado.
Los investigadores del Instituto CASLA han profundizado en las metodologías y cómo la participación de agentes cubanos se ha puesto en práctica en Venezuela, con técnicas que están diseñadas para, en caso de no encontrar a un señalado por los servicios de inteligencia, proceder a la captura de familiares para generar presión y lograr las detenciones, no sin antes torturar también a los familiares.
Para los investigadores es claro que las cadenas de mando vienen desde la cabeza del gobierno, el presidente Nicolás Maduro, hacia abajo, y que las comunicaciones establecidas indican que existe un «alto nivel» de coordinación.
Lee el reporte completo en VOA.
