La lucha contra el abandono animal cuenta con más voluntarios que apoyo gubernamental en Caracas

Yandris Saldivia/Crónica Uno

Graciela Ramírez es enfermera, pero desde el año 2020 se convirtió en proteccionista de gatos que han sido abandonados en Montalban 3, al oeste de Caracas. Ella trabaja junto con Mery y Marian, quienes son docentes jubiladas.

“Vimos que desde la pandemia hay más abandono de gatos y es donde nos hemos abocado. Es una labor de amor. Actualmente, tenemos 30 gatos en el estacionamiento del Liceo Aplicación y otros en nuestras casas”, contó.

Ramírez detalló que como parte de su labor voluntaria cuidan y alimentan a los gatos. Luego empiezan a publicarlos en las cuentas de Instagram de ONG aliadas para conseguirles un hogar. “Los gatos son entrenados para que hagan sus necesidades en el arenero y se entregan esterilizados. Luego seguimos en contacto con las personas para evitar que sean abandonados nuevamente”.

La activista aseguró que pagan de su bolsillo los gastos derivados de esterilizaciones y consultas, que han logrado mantener gracias a descuentos en centros veterinarios aliados. “Cada esterilización cuesta 20 dólares porque el doctor conoce nuestra labor. También contamos con la ayuda del señor de la floristería y con algunas otras personas. Hemos solicitado ayuda a Misión Nevado desde el 2021, pero aún no recibimos respuestas”.

Abandono animal en Venezuela

María de los Ángeles Rivero, veterinaria y miembro de la junta directiva de la Asociación Venezolana de la Industria de Salud Animal (AVISA), indicó que el incremento de abandono se debe a diferentes factores, pero no se conocen cifras reales por la opacidad del Estado en el manejo de las estadísticas.

“El aumento de abandono animal se debe, en primer lugar, por la migración venezolana. Tiene que ver con la responsabilidad de hacerse cargo del animal, las personas no tienen cómo cubrir los gastos de las mascotas para llevarlos al exterior”.

De acuerdo con reportes de la Red de Apoyo Canino (RAC), la cantidad de perros y gatos abandonados para 2020 fue de mil mascotas. Además de que no existe un programa por parte del Estado que controle esta población. Aunque en 2013 se creó la Misión Nevado, que tiene como objetivo crear refugios para erradicar el abandono animal, actualmente se desconoce si existen tales centros o cómo funcionan.

Según Rivero, otras de las razones del auge reciente del abandono animal están asociadas a la pandemia por COVID-19. “Hubo un aumento considerable de abandono animal. Además, la falta de políticas públicas para desarrollar jornadas de esterilizaciones gratuitas han llevado a tener un incremento de la población felina y, por ende, abandono”.

Refugio El Valle una segunda oportunidad

Cristina Rincón estudió diseño gráfico, pero desde muy pequeña tuvo vocación por ayudar a los animales. En 2016 empezó como voluntaria del Refugio El Valle, al suroeste de Caracas. Para ese momento era un terreno donde los animales no recibían buena atención y cuidado.

“Noté la necesidad de un cambio e inicié una campaña para recaudar fondos y construir de nuevo el refugio. Fue en 2018 cuando la fundadora me dio el lugar”.

Junto con su esposo todos los días cuidan de los perros que viven en el lugar. La activista confiesa que al principio se movilizaban cuando recibían aviso de un perro abandonado y lo llevaban al refugio. Sin embargo, con el tiempo el refugio creció en infraestructura, y con ello aumentó la cantidad de perros que dejaban abandonados en el sitio.

“Dejan perros grandes, pequeños, de raza. Algunos han llegado enfermos y contagian a los demás. Actualmente, hay 40 perritos: unos están aquí y otros en mi casa. También hay en pensiones, ahí los cuidan y nosotros le damos la comida”, dijo Rincón.

Rincón aclaró que no tienen apoyo de los entes gubernamentales. “Trabajamos con las donaciones de personas que nos apoyan bajo la figura de padrinos. Vendemos juguetes y con frecuencia tenemos jornadas de vacunación para cubrir los gastos de la manada. Las redes sociales se han convertido en el mejor aliado”.

Amigos sin Frontera

En el refugio Amigos sin Frontera, ubicado en San Bernardino, desde la entrada principal se escuchan ladridos, al mismo tiempo se observan alrededor de 20 perros y 30 gatos que corren detrás de Carolina; mientras otros más se mantienen en el sofá.

“La fundación tiene seis años. Pero desde los 19 años yo he trabajado como proteccionista de los animales porque aquí no hay respeto por ellos. Actualmente, tengo alrededor de 170 gatos y 58 perros”, detalló Carolina Adán.

Carolina afirmó que todas las semanas le dejan perritos o gatos abandonados. Ella alimenta a todos los animales que viven en el refugio y ayuda a los animales que están alrededor del lugar, porque es una zona donde a diario abandonan mascotas. “Aún me falta esterilizar alrededor de 50% de la población que tengo, pero sin recursos se me hace muy cuesta arriba, todas las cosas son por autogestión”.

Asimismo, enfatizó que cuenta con el apoyo de Misión Nevado, recibe un saco de perrarina y gatarina mensual, pero no es suficiente para todos. La proteccionista animal recalcó que el refugio tiene problemas graves de infraestructura y se encuentra en una zona de riesgo por estar en el paseo Anauco. “Me gustaría techar todo el lugar para que los animales estén en mejores condiciones. Cerrar la parte de atrás para evitar que me sigan lanzando los gatos, pero no tengo los recursos”.

“Es más que una labor social, es una labor de amor. Para mí, los animales también son seres vivos que tienen sentimientos y merecen respeto. Verlos a ellos como un espejo de lo que somos, de nuestra sociedad”, subrayó Carolina.

Recorrido de amor

Zarha Padrón sale todas las tardes en su carro con un saco de gatarina a realizar un recorrido por las calles de Santa Mónica, al este de Caracas, para darle comida a alrededor de 20 gatos que fueron abandonados por la zona.

“Soy contadora, pero desde muy pequeña me han gustado los animales. Desde hace siete años fundé la ONG Rescate Garra y Patas junto con mi amiga para ayudar a los animales de la calle, especialmente a los gatos por ser los más abandonados”.

Padrón resaltó que siempre han contado con el apoyo de algunos vecinos y eso ha hecho la labor un poco más llevadera. “Todos los gatos que hemos atendido están esterilizados, y han recibido atención veterinaria si lo necesitan. Hemos tenido la oportunidad de dar en adopción a más de 100 gatos a través de nuestras redes sociales”.

Por otro lado, acotó que todo lo cubren con sus propios ingresos y no reciben ayuda de entes gubernamentales. “Realizamos eventos, jornadas de esterilización y creamos una tienda virtual de accesorios para gatos de manera de tener fondos para la fundación. Cuando damos un gato en adopción las personas nos compran las cosas”.

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