Rosa Núñez Piñero está acostumbrada a las malas noticias. Las escucha de sus hijos cuando llegan de clases de la universidad. “Mamá, me robaron el teléfono”. La historia, aunque repetida en muchos hogares, en Los Sauces de Valencia llegó al punto del hartazgo. Este jueves un grupo salió a la avenida bolívar de Valencia. Trancaron una de las principales vías de la ciudad para exigir que alguien los escuchara. Estamos azotados. Ya nos cansamos de pasar cartas, manifestaron.
En Los Sauces funciona un módulo policial. Pero es más bien un centro de detención preventiva. Hay 20 presos, lo que supera la capacidad y hace que los funcionarios gasten todo su tiempo vigilando una posible revuelta o escape. Mientras, los delincuentes que aún están libres, andan a sus anchas por la comunidad. Esto es impresionante. Ya nadie sale de noche a menos que sea porque tiene clases o trabajo, afirmó uno de los vecinos.
La inteligencia vecinal ya no funciona. Tienen grupos de whatsapp, códigos de alerta y pitos. Pero los delincuentes roban baterías de carros o transeúntes: cuando escuchan el escándalo solo se apuran un poco más de lo normal y se van. A la policía no le da chance de llegar a capturarlos porque no tiene patrulla, lamenta una señora que, con un grupo de vecinos que cargaba pancartas, salió a protestar.
Núñez tiene 20 años viviendo en Los Sauces. Dice que a estas alturas lo que esperan del Gobierno es una reacción. Pero este jueves recibieron una de otro tipo: vecinos de otras comunidades como Las Acacias y Los Naranjos se les acercaron en medio de la protesta: están en la misma situación. Son los mismos malandros que operan en Los Sauces, está descontrolada la situación. Los vecinos nos dijeron que la próxima vez que protestemos avisemos para ellos unirse, comentó un señor.
El 2 de febrero se robaron una tanquilla de electricidad. Eso dejó a parte importante de la comunidad sin el servicio. Han hecho lo mismo con bombas de agua. Dejaron a un preescolar de la zona sin clases porque los niños no tienen cómo utilizar el baño. Hemos enviado cartas al secretario de seguridad de Carabobo, Carlos Alcántara, pero no hemos tenido respuesta. Esto es terrible, afirmó otro habitante del sector.
El domingo una señora mayor iba caminando por una de las calles de Los Sauces. Llevaba en sus manos medicinas que recién había comprado. Un taxi la interceptó, delincuentes le obligaron a montarse en una modalidad conocida: secuestro express. Fue liberada luego, pero se quedó sin los medicamentos, contó Núñez indignada.
Carlos Graffe, dirigente de Voluntad Popular en Valencia, se acercó hasta la protesta. Se solidarizó con los vecinos y exigió al Gobierno que haga algo: la delincuencia está acabando con la vida y rutina de las comunidades de la capital de Carabobo, lamentó.
