Tarapío
Las labores de la alcaldía de Naguanagua están solucionando el problema de las cloacas (Foto: Cortesía)

Charlotte Díaz tiene ocho años y un sueño: tener un baño que funcione en su casa. Ella vive en la avenida San Juan del barrio Tarapío, en Naguanagua, donde deben hacer sus necesidades en un envase como consecuencia del colapso de las cloacas.

Su padre, Eddy Jesús Díaz, es el que se encarga de ir varias veces al día a vaciar el tobo que las nueve personas que habitan en la humilde vivienda, usan como inodoro. Lo hace en una alcantarilla que está en la esquina, en una práctica que se repite en todos los hogares del sector.

Desde hace más de cuatro años enfrentan este drama de las cloacas, lo que es igual a la mitad de la vida de Charlotte, quien también sueña con poder jugar y correr con sus amigos, pero no puede. “Mi papá no me deja salir porque eso huele muy mal y ya me he enfermado de la piel varias veces”.

En medio de su inocencia ella se ríe al relatar lo que le ha tocado vivir. “Cuando llueve esto es peor. Esa tapa (la de la alcantarilla) se levanta, da una voltereta y cae”. Y espera que, con los recientes trabajos que están ejecutando en la zona, pueda cumplir pronto su sueño de tener un baño en casa.

Durante la reciente campaña electoral, previo a los comicios del 21 de noviembre, fueron varias las promesas que les hicieron a los vecinos de Tarapío. “Vinieron a tomarse fotos con su estilo de siempre y dijeron que nos solucionarían esto», dijo Díaz.

Desde la alcaldía de Naguanagua se ha informado que las labores que se realizan en la zona sí tienen relación directa con este drama y que ya han solucionado el problema en la calle Los Chorros, con la sustitución de 12 metros de tuberías de PVC, labores que se suman a las realizadas en días anteriores en la calle San Juan de Güere y la calle Libertad de barrio Colón, con la finalidad de que el servicio de aguas servidas funcione correctamente y Charlotte, su familia y el resto de los vecinos de Tarapío, tengan baños normales.

Agua en Tarapío por autogestión

En Tarapío, como en gran parte de Naguanagua, el suministro de agua es irregular. Por sus calles se ve a los habitantes cargando tobos y botellones de un lado a otro para abastecerse.

Solo dos días a la semana les llega por la tubería de sus casas, por lo que muchos van justo a la calle donde vive Charlotte con su familia para llenar cualquier envase. Lo hacen porque ahí los vecinos hicieron una inversión, hace un año, para conectar una bomba y tuberías, tras perforar el suelo e improvisar un pozo.

Esa fue la única solución que tuvieron. “Tenemos agua por nuestra autogestión, y le pusimos mangueras en algunas casas para que, quienes no tengan este privilegio cerca de Tarapío, vengan y puedan llevar sus tobos llenos a sus hogares”, señaló Díaz.

Bryan Solórzano vive en Güere, donde el agua que les llega desde hace siete años es “sucia y huele muy mal”, por lo que no pueden usarla para el consumo humano.

Tarapío
Vecinos de otros sectores acuden a Tarapío para surtirse de agua (Foto: Dayrí Blanco)

Camina a diario siete cuadras con una carretilla para llenar cuatro botellones de 20 litros cada uno y así poder cocinar y tener para que sus tres hijos beban durante el día. Mientras que lo que les llega lo usan para lavar, bañarse y limpiar.

Lucila Pérez antes compraba agua potable, pero ya no puede gastar dos bolívares en cada uno. Vive en la calle Yaracuy de Tarapío y va hasta la casa de Díaz a llenar envases, “es que la llega es turbia y maloliente”.




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