Foto cortesía de: AFP

1095 días en prisión, así han sido los últimos tres años de Leopoldo López, un dirigente político, ex alcalde de Chacao y enemigo del Gobierno de Nicolás Maduro y del fallecido Hugo Chávez.

No es el primer preso político en estos 17 años de Revolución Bolivariana, pero quizás es el emblema de los más de 100 individuos que injustamente yacen en una diminuta celda en algún penal venezolano. López reside en una torre de la prisión de Ramo Verde, confinado, con poca luz. Dentro escribe cartas al pueblo que le ha brindado apoyo y a su familia; Lilian Tintori y sus dos hijos, los cuales han crecido sin la presencia del padre y que piden día a día poder volver a tenerlo en casa. El deseo, aun no se cumple.

43 muertos le fueron adjudicados y son la causa de una estadía de casi 14 años en prisión por incitar, presuntamente a la violencia y promover los movimientos del año 2014, llamados, guarimbas

43 muertos le fueron adjudicados y son la causa de una estadía de casi 14 años en prisión por incitar, presuntamente a la violencia y promover los movimientos del año 2014, llamados, guarimbas. Son hechos que el no cometió. Leopoldo López no se manchó las manos con sangre de personas inocentes. Las cámaras de los pocos medios que se atrevieron a documentar el hecho lo afirmaron, pero el Gobierno nacional lo ve con otros ojos.

La orden de captura se realizó días antes y el líder político no aparecía, el chavismo lo tildó de cobarde y fue el 18 de febrero en medio de una marcha, la cual él y muchos otros dirigían en la que se entregó, mientras un grupo de uniformados, con armas y escudos lo esperaban. El Gobierno estaba a punto de obtener la joya que necesitaban para su corona. Leopoldo López afirmó en ese momento, mientras el pueblo soltaba alaridos ante el injusto hecho que  «no me voy a ir de Venezuela nunca, podía dejar la duda en algunos que están aquí, de que nosotros teníamos algo que esconder».

Y fue así como un camión blanco; blindado se lo llevaba, a lo criminal, esposado y ante la incertidumbre del futuro que le deparaba.

El juicio careció de métodos ortodoxos, ni a los pranes que gobiernan los penales del país se les ha procesado en un camión a unos metros de la cárcel.

Ralenis Tovar Guillén fue el juez que el 20 de febrero emitió la orden de detención preventiva, los delitos: incendio de edificio público, daños a la propiedad pública, instigación a delinquir y delito de asociación para la delincuencia organizada. El juicio careció de métodos ortodoxos, ni a los pranes que gobiernan los penales del país se les ha procesado en un camión a unos metros de la cárcel. Antes de ser procesado, López ya permanecía en el encierro, no querían verlo en la calle, estaba claro.

El tiempo transcurrió, Tintori, y sus padres acudieron semana a semana a visitarlo, para constatar el estado del coordinador de Voluntad Popular. En esa instancia López entregó cartas para brindarle apoyo al pueblo venezolano, que aún se encontraba trastocado, no sólo por el cese de las guarimbas, si no por las muertes de jóvenes estudiantes como Geraldine Moreno y Génesis Carmona, quienes perdieron la vida por la violencia de colectivos, encapuchados y uniformados que salieron a la calle como una estampida de toros embravecidos.

1º de junio de 2015 fue sentenciado a  13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas

Luego de varias suspensiones al juicio del descendiente de Bolívar el  1º de junio de 2015 fue sentenciado a  13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas. La sentencia y los procesos fueron criticados por la comunidad internacional, Organizaciones No Gubernamentales (ONG), se pronunciaron y se siguen pronunciando ante las condiciones y todo el halo que rodea al político. No hubo prueba ni abogado que lograra lo que se quería. Los mejores profesionales del derecho; de los más distinguidos bufetes han trabajado en el caso, pero la oposición entiende que ocurre en esa historia. Susana Barreiros al igual que otros jueces sonaron el mazo para dictaminar que López, era culpable.

Desde 2015 hasta la fecha actual, han ocurrido muchos cambios en la sociedad venezolana. La crisis ha crecido, la Asamblea Nacional es opositora, la MUD se ha vuelto a desmoronar y todas las estrategias de la oposición por lograr su cometido no han funcionado. Sin embargo Leopoldo López ha asegurado que la experiencia en prisión la ha fortalecido como político y ser humano, inclusive las vicisitudes que ha atravesado no lo han doblegado, por eso cree fervientemente en la libertad de Venezuela y en la caída del Gobierno que lo puso dentro de una celda.

Los presos políticos siguen en aumento, al igual que la represión. Hoy luego de 1095 días de prisión en Ramo Verde, desde la ventana de su prisión, Leopoldo López espera el momento para volver a acompañar al pueblo Venezolano en esa fiesta libertaria que aún está en lista de espera. Mientras tanto, en Miraflores el rey acaricia la joya de su corona, ambicioso de poder ornamentarla con más lujos en nombre de la soberanía nacional.




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