1.- Participación ciudadana: solo estando organizados seremos poderosos. Esa ha sido nuestra mayor debilidad, nunca los venezolanos aunamos esfuerzos y dedicación. La estructura de la convocatoria a la movilización debe provenir desde los sectores comunales, desde el “ciudadano de a pie” hasta los intelectuales o líderes de cualquier institución. Esto requerirá una estructura piramidal con responsables en cada estrato de cada conglomerado. No se puede dejar al azar el éxito de cualquier convocatoria. Esta percepción de propiedad personal del país es absolutamente necesaria para que genere una respuesta o acción ordenada. Será facilitada por el poder de convocatoria de la unificación nacional alrededor de acciones de protestas contundentes con objetivos precisos. La dirección de esta organización amerita ser creada tan pronto como sea posible

2.- Soporte Institucional: proveniente principalmente de 3 instituciones: sector universitario, uniones de trabajadores y sector empresarial. La participación universitaria históricamente ha sido determinante en los cambios políticos que han ocurrido en las sociedades y ahora su papel es fundamental para no solo ser pioneros de la movilización popular sino de la organización ciudadana que citamos al principio. El sector de trabajadores es la columna vertebral de una protesta ordenada. Ha sido penetrada y coaccionada por el régimen a tal punto que está totalmente neutralizada. Sin embargo, es ahora el momento de reactivar a este bastión de lucha porque sin dudas han sido uno de los grupos más golpeados por la debacle económica del país, los trabajadores son el sector que más se esfuerza y que más ve sepultadas sus esperanza de superación y la de sus familias. Los grupos empresariales deben asumir la verdad de enfrentar al régimen o sucumbir de dos maneras posibles, simplemente  serán empequeñecidos progresivamente o serán absorbidos por un estado rapaz y totalitarista. Tradicionalmente han estado al margen de participación política abierta, bien por temor a represalias o por beneficiarse de un gobierno cómplice. Le llegó el momento al sector empresarial de olvidarse de que «no es mi problema, yo me encargo de producir», porque simplemente o rescatan al país o no producirán más. La otra carta jugable pero muy triste es solo plegarse y subsistir

3.- Liderazgo político: durante los últimos años hemos dado muestras de concordancia política al fusionarse las diversas tendencias para objetivos electorales y hemos sido exitosos. La MUD ha logrado convertirse en «la marca» de la oposición por encima de los partidos. Una marca que ha ganado respeto y credibilidad. Simplemente la gente pregunta para validar una información o hecho: «que dijo la MUD», cual es la «posición oficial de la MUD», algo así como la Corte Suprema de la Oposición. Otra verdad venezolana es la necesidad de las masas de seguir a un liderazgo, reconocido como tal. En la actualidad esa posición no la cubre la MUD, justamente reconocida solo como operador político. La verdad es que dos nombres comandan la esperanza de la gente, Leopoldo López y Enrique Capriles. No significa que sean los únicos, porque en política así como en el mundo del espectáculo, un “outsider” puede aparecer, pero no será de los que giran en el bombo del bingo de nombres actuales

 

Los sectores opositores debemos asumir el compromiso de la lucha contra un régimen que no permitirá bajo ningún respecto contiendas electorales, que maneja muy bien el engaño y minimiza y adormece con mucho éxito las acciones de calle opositoras, las cuales son las únicas que realmente causan impacto político. Un régimen que se burla y nos marea con acciones como la retirada de los billetes de 100 bolívares y basta solo recordar las opiniones del ministro diciendo que era debido al Departamento del Tesoro norteamericano o el presidente que aseveró que desviaron los aviones que traían los billetes del nuevo cono monetario, sandeces que se burlan de nuestro intelecto

«No será basada en diálogos con fantasmas malignos deplorables, ni aceptando las directrices vendidas del mal llamado Poder Moral»

Así que la realidad nos indica que la próxima etapa de la lucha contra el régimen debe basarse en erigir o solidificar un liderazgo, soportado por el operador político MUD o por sus integrantes, organizar a la comunidad, que las instituciones despierten y se incorporen la universidad, los trabajadores y empresarios. Las acciones serán de calle y sin retorno, con enorme riesgo de represalias que históricamente tendremos que pagar. No será basada en diálogos con fantasmas malignos deplorables, ni aceptando las directrices vendidas del mal llamado Poder Moral

O asumimos la verdad de nuestra realidad o sucumbimos en el mar de mensajes electrónicos inútiles, de frases de líderes políticos o de acuerdos y leyes escritos sobre hielo sin resultados objetivos que nadie juzga nunca.

 




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