Después de la gira que realizó este año por países de Sudamérica y ciudades de Estados Unidos, el cantante Luis Miguel se dejó ver en una exclusiva zona de Acapulco al lado de su novia, la modelo y bailarina Mollie Gould.
Según relató la periodista Ana María Alvarado a la revista Quién, “El Sol” causó alboroto apenas entró a un restaurante del famoso puerto, publicó Infobae.com.
Luis Miguel acudió a cenar al restaurante Harry’s Steakhouse & Raw Bar, en la Riviera Diamante. Ahí se encontraba Ana María Alvarado, quien pudo apreciar que el cantante luce “muy bien” y parece que ha perdido peso, un asunto que en el pasado le trajo algunas críticas.
Alvarado también dijo que Mollie Gould, la novia de Luismi, “es muy bella” y tan pronto entró el cantante al lugar “todos los meseros querían atenderlo”.
La periodista detalló que el furor causado por Luis Miguel hizo que la gente le prestara gran atención y le pidiera selfies de manera constante.

“No lo dejaron ni comer, pobre. Ser demasiado famoso debe ser difícil. No podía hacer nada, porque todos lo veíamos... de hecho creo que, porque le tomamos fotos, se enojó y se fue a la parte de arriba. Se levantó, se me quedó viendo y se fue... La gente se paraba enfrente de su mesa para captarlo también en video. Entonces les pedía que lo dejaran cenar y que ya después les daba la foto, pero nadie le hizo caso”.
Según el relato de Ana María Alvarado, para poder disfrutar de su cena, Luis Miguel pidió al gerente del restaurante que lo llevaran al segundo piso, lo cual ocurrió y la zona fue bloqueada para evitar que más gente tratara de tomarse una foto con él.
Un detalle curioso fue que entre toda la gente que quería tomarse una foto con él sí hubo alguien que lo logró: el comediante Javier Carranza, famoso gracias a su personaje de “El Costeño”. Aunque Luis Miguel accedió a tomarse una foto con él, le pidió que no mostrara su rostro, así que el comediante colocó un emoji para cubrirlo.
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