Los caminos institucionales están cerrados para la oposición. No hay manera de lograr un cambio de Gobierno por esa vía. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) no permitirá una salida electoral. Esto deja a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) frente a una batalla netamente política que debe librar con el uso de la mayoría que tiene a su favor.
La Sala Constitucional mató el referendo contra Nicolás Maduro. Ya no hay nada qué hacer al respecto. “¿Qué pueden hacer los dirigentes? ¿Enviar cuatro cartas más a los magistrados para decirles que el revocatorio es un derecho constitucional? Entonces recibirán más respuestas de negación”, analizó el director de la firma Datanalisis, Luis Vicente León.
Electoralmente el Gobierno estaría destruido. La pérdida de más de 30% de popularidad del mandatario nacional desde su llegada al poder, que lo deja con solo 20% de apoyo de la población así lo ha determinado. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) saldría derrotado, incluso, “en una contienda por la junta de condominio de Miraflores”. Por eso no ha sido mezquino al bloquear toda posibilidad de medirse en las urnas.
Tres caminos
Ante ese escenario, la oposición se enfrenta tres posibilidades: Decidir no negociar derechos constitucionales y defenderlos, sentarse en una mesa de diálogo con el Gobierno o que intentando las dos anteriores se frustre, se paralice y se olvide de sus objetivos.
Sobre el primer camino León aseguró que se trata de una lucha que se grafica como una marcha épica hacia Miraflores que termina en la salida de Maduro. “El problema es que con todo el contingente de seguridad del Gobierno eso es imposible. Y en caso de lograrlo, nada garantiza que Maduro va a salir al balcón del pueblo como Vicente Emparan diciendo que se dio cuenta que no lo quiere y entonces él tampoco quiere mando”.
Negociar es una opción que la mayoría de la población venezolana válida porque está de acuerdo con conseguir una solución en paz. Pero si el objetivo de esa vía es conseguir referendo o adelanto de elecciones hay un problema técnico: La capacidad de presionar la ejecución de ese objetivo. “Los dirigentes dicen Maduro dame tu cabeza ya o quizás salimos a la calle, a lo mejor se nos une mucha gente, pasamos barricadas militares y tal vez llego a Miraflores y hasta quizás te corto la cabeza”. Entonces es obvio que el Gobierno elige el riesgo de que en algún momento saldrá del poder. En la mesa eso ha quedado claro: El mandatario está postergando su salida.
La tercera posibilidad no está en la agenda de la MUD. Pero puede ser el resultado del fracaso de sus estrategias. Es un proceso que apenas está comenzando. Se está empezando a entender cómo se batalla y eso puede tomar tiempo. Mientras más apurado estés más frustrado estarás. La luchas para las transiciones de la autocracia a la democracia no son cortos ni medianos y están llenas de sacrificios”.
