¡Por si hay quienes no lo aceptan del todo, hay gente que con frecuencia, sutil o directamente, manipulan o son manipulados. Quizás seamos nosotros los que buscamos manipular. En ocasiones, tenemos escasa consciencia de operar conductas de manipulación; otros lo hacen, aunque como conducta utilizada para su autodefensa. Pero en situaciones difíciles de confrontación, la manipulación se “dispara” con toda intención, y con abiertas muestras de conducta agresiva. Desde lejanos tiempos históricos, la manipulación ha sido, y sigue siendo, un proceso corriente, casi tan “natural” como comer o respirar. Sin embargo, hablemos un poco más sobre esto…

¿Es la manipulación algo bueno o malo? ¡Buena pregunta! Todo dependerá del “lado” en que nos ubiquemos durante la manipulación. Para la manipulación se requieren generalmente, al menos, dos personas: Una, la afectante, manipuladora de otra, que es la afectada. Pero no es extraño que ambas partes tengan la intención de manipular al otro, en cualquier descuido, y bajo presiones e intereses cambiantes y dominantes.

¡La manipulación es como una forma de “arte” o habilidad conductual, que debemos aprender a utilizar para evadirla cuando nos desfavorezca o amenace! Y sea como sea, para beneficio o para perjuicio, vamos a referirnos ahora más sobre la manipulación.

Aclaremos que no toda presión que se ejerza sobre otra persona puede considerarse como una manipulación. Para hablar de manipular, una u otra persona deben sentir alguna forma de intimidación, de fuerza aplicada, de presión, de malestar social o psíquico (emocional); aunque no se demuestre evidencia manipuladora, por conveniencia táctica, y como recurso para lograr ventajas …

¿Cómo se manipula a la gente? ¿Cómo evitamos la manipulación cuando no queremos entrar en perjuicios, ni complicarnos la vida con pérdidas desgraciadas, absurdas, incluso anunciadas? En el ambiente de manipulación, seamos nosotros, o sean otros los que manipulan, debemos tener claro el significado de manipular, y conocer las estrategias, los recursos, y las técnicas de la manipulación. Es casi igual que en los deportes, porque quienes juegan deben saber de reglas y tácticas, deben conocer quienes juegan, y en qué ambiente lo hacen…

La manipulación, como elemento conductual invasor, de accionar agresivo, de presión psíquica, y de uso de influencia entre personas, es un decidido acto de seducción, de involucrar, de embaucar a los demás; de interés en quien manipula. ¡No nos referiremos a quienes gustan ser manipulados (¡que los hay, y muchos!), porque sería entrar en el campo de las anomalías psíquicas, manías, dependencias, vicios, y hasta masoquismo; por decirlo de alguna manera “elegante”, “delicada” o hasta técnica! Pero, aclaremos que una vida sana, equilibrada, de fuertes vínculos profesionales, sociales, y aun políticos, debe estar alejada de la manipulación como estilo apropiado de vida.

La manipulación se centra en los objetivos del manipulador. ¡Un objetivo “clave y claro” del ‘manipulador’ es “eliminar” o reducir en la persona afectad, su capacidad crítica, para hacerla inoperativa! Las técnicas o recursos de manipulación manejan las emociones humanas, para hacer que la persona se sienta manipulada, debilitada, aislada, angustiada, voluble ante las influencias; con “sentimientos de culpa”. Sentirse ‘culpable’ es una experiencia fácil de gestionar, porque está asociada a la dureza de códigos éticos, familiares y sociales. Ante sentimientos de culpa, la persona busca remediar su situación, por la necesidad de no sentirse atado a las presiones de la culpa y la debilidad.

Producir compasión, lástima, dar pena, son claves demoledoras para conseguir lo que se quiere. Hacerse el “pobrecito” o “pobrecita”, puede afectar fácilmente. Fácilmente, aparecen lástima y lágrimas, “dulces”, “saladas” o “empalagosas”. Pero ¿qué ocurre en el dualismo de manipulación, al meterse “cizaña” entre unos y otros; cuando el predominio cambia de un lado a otro? Ocurre que alguno más “vivaz” se convierte en la figura central, destacada: ¡en el fuerte! Es el que maneja a los enfrascados en agredir y defenderse entre ellos mismos. Entonces, el riesgo es que, a la larga, este mismo fuerte pueda estar completamente solo; tendrá que alejarse y “salir del combate”.

Sería la pérdida total y un mal momento, en medición de fuerzas para un manipulador, quien acabará sintiéndose solo, como si la única persona a su lado es: ¡él mismo! ¡Triste final!

¡En los procesos de manipulación debemos comenzar preparándonos desde el inicio, y continuar con el enfoque estratégico y táctico, en la planificación, con el utilísimo proceso para manejar, controlar, disminuir, debilitar, dominar y defendernos del manipulador! ¡La manipulación lleva parte de “arte”! La experiencia y la edad, por supuesto, también ayudan. Es como salir adelante con mayores y mejores conocimientos, en cada paso, en cada acomodo y reacomodo, en cada nueva acción. ¡Es dejar fuera la improvisación!

¡Ahora, para finalizar, digamos que ¡en el campo de la manipulación, aprendamos lo que es malo, para defender lo bueno! Tengamos presente también que, en ningún sentido ni circunstancia, defendamos la manipulación como forma de logro aparente, personal, profesional, social y humano. ¡Lo que se prepara mal, y opera con un inicio de mala intención, nada duradero, productivo y sano podrá sostenerlo…

Hernani Zambrano Giménez
hernaniz@yahoo.com

Psicólogo Clínico e Industrial: Universidad Central (Venezuela). Maestria y Postgrado doctoral (Stanford University, USA). Director de Escuela de Educación, Universidad de Carabobo (Venezuela). Director de Escuela de Psicología, Universidad Arturo Michelena, Valencia (Venezuela). Profesor universitario. Asesor y gerente de empresas (Venezuela y otros paises). Escritor, periodista, analista. Productor, locutor (Radio 104,5 FM, Universidad Carabobo). Certificado de locutor: 0235. E-mail: hernaniyo@outlook.com / hernaniz@yahoo.com
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