Gabor cumpliría 100 años en febrero 2017. (Foto AFP)

La actriz Zsa Zsa Gabor falleció este domingo en Los Ángeles, EE.UU., a los 99 años por un para cardíaco, tras años de lucha con la enfermedad y complicaciones, que postraron a la leyenda del cine y una de las primeras estrellas que fue más grande en la vida real que en la pantalla.

La actriz, que llevaba enferma cinco años, falleció de un ataque al corazón rodeada de los suyos y junto a su último y noveno marido, Frederic von Anhalt, en su mansión de Bel Air, según precisó la web dedicada a los famosos TMZ.

Gabor había empeorado mucho los últimos días y su marido invitó a los allegados para que celebran con ella su centenario por adelantado.

Al sufrir el ataque, la actriz fue trasladada de urgencia al hospital donde los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida.

Gabor llevaba varios años con un delicado estado de salud, especialmente después de que en 2011 sufriera una fractura de cadera que se sumaba a un accidente de tráfico en 2002 y una embolia en 2005.

Gabor, que iba a cumplir 100 años en febrero, nació en 1917 en Hungría y llegó a Hollywood tras los pasos de su hermana Eva, para labrarse una inmensa fama que transcendió la pantalla e inauguró un nuevo tipo de fama: el de celebridad.

Famosa por ser famosa, como se la llegó a definir, en sus 60 años de carrera tuvo tiempo para casarse nueve veces y desatar escándalos que la convirtieron en una habitual de las portadas de la prensa rosa en todo el mundo.

Inclinada hacia los hombres ricos o galanes como Frank Sinatra o Howard Hughes sus romances fueron más sonados que sus apariciones en el cine o la pequeña pantalla.

Su primer gran éxito en el cine fue «Moulin Rouge» (1952), de John Houston, donde interpretaba a una modelo del pintor Toulouse Lautrec.

«Lili» (1953), «La Chica del Kremlin» (1957) o «Touch of Evil» (1958) fueron algunos de sus otros éxitos de taquilla.

La actriz también se hizo un nombre en la pequeña pantalla con sus apariciones en «Bonanza», «Batman» o «As the World Turns».

En 1983 tendría lugar su matrimonio más fugaz, con el mexicano Felipe de Alba, que duró tan sólo una semana y que acabó en anulación entre múltiples reproches e insultos mutuos que hicieron las delicias de la prensa amarilla.

Su matrimonio más duradero fue el último, con el misterioso príncipe alemán Frederick von Anhalt, del que se rumoreaba que había estado al menos quince veces en cuitas judiciales. Ambos contrajeron matrimonio en 1986 y siguieron casados hasta la muerte de la actriz.

En cuanto a citaciones judiciales, Gabor emuló al menos en una ocasión los rumores sobre su marido. En 1989 abofeteó a un policía estadounidense que le había dado el alto por exceso de velocidad en las afueras de Los Ángeles.

La actriz, que conducía con el permiso caducado y llevaba una botella de whisky abierta en la guantera, fue condenada a tres días de prisión y 120 hora de trabajo comunitario.

En 1992 publicó sus memorias, «Una vida no es suficiente», con jugosas revelaciones sobre sus maridos y amantes.

Mordaz y siempre dispuesta a burlarse de sí misma, suyas son frases como «querido, éstos son sólo mis diamantes de trabajo» o «nunca he odiado a un hombre lo suficiente como para devolverle sus joyas».




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