La visita al general Ángel Vivas fue negada a sus familiares este sábado en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) El Helicoide, en Caracas.
Para Angélica Vivas, hija del general, la prohibición de las visitas que incluyó a todos los familiares de los presos políticos, es una medida del Gobierno para castigarlos y hacer que se pongan en contra de las protestas que lleva a cabo la oposición.
La joven estudiante de medicina, sin embargo, afirmó que esa es una mala estrategia. «Eso hace que salgamos más a la calle. No queremos más visitas en la cárcel, sino liberación», escribió en Twitter.
La atención médica con extrema urgencia para su padre, fue solicitada una vez más. Las torturas y los malos tratos a los que ha sido sometido lo han dejado en malas condiciones físicas. En días pasados su esposa Estrella Viloria detalló que el general camina muy encorbado y ladeado con continuo dolor en el tórax y la columna. No puede orinar bien y tiene pérdida de visión en uno de sus ojos.
Le comentó que con un arma blanca le dieron en un oído. En la comisión de Contrainteligencia, según sus palabras, «por poco me matan, me dejaron en el Sebin prácticamente sin sentido».
El general Vivas fue detenido el 7 de abril por funcionarios del Sebin que le pusieron una trampa, afuera de su casa en Prados del Este, Caracas.