La mayoría de los venezolanos no quieren ni diálogo ni entendimiento con Maduro y lo quieren a él y a su séquito fuera de la Administración pública nacional. Algunos dicen que “con el diablo no se dialoga ni se negocia” por lo cual el futuro del país es complejo ya que la mayoría de los venezolanos quieren ¡calle y más calle!
El Gobierno sabe pero no puede aceptar que ha fallado en el terreno socio político y ahora en el terreno jurídico, violaron la Constitución con las dos sentencias del TSJ en un alarde de guarimba jurídica, rompiendo el hilo constitucional convirtiéndose en un régimen dictatorial.
Ante tanta torpeza Maduro inhabilita a Capriles y abusando de su poder, sin tener facultades para ello, propone alegremente la realización de elecciones regionales las cuales son un derecho vencido de los ciudadanos de acuerdo a la Constitución, mas no una dádiva de Nicolás, todo a sabiendas que dicha realización implicaría la convalidación de la ruptura del hilo Constitucional.
Pero el juego sigue trancado, en la historia jamás una dictadura realiza unas elecciones para perder, es decir, ganando la Oposición con toda seguridad el oficialismo nuevamente acudirá al CNE o al TSJ mediante cualquier triquiñuela para invalidarlas o modificar los resultados a su favor y continuar en el Poder.
Pero, ¿por qué se produjeron esas dos sentencias donde se rompió el hilo constitucional? el más distraído ciudadano luego de leerlas se da cuenta que fueron por razones económicas, pues en ellas el TSJ asume la facultades de la AN para que el Ejecutivo, o sea Nicolás, puede disponer a su antojo de todos los recursos económicos originados por el petróleo
Los venezolanos quieren que se restituya el hilo Constitucional con una Asamblea Nacional en el pleno ejercicio de sus funciones, la renovación de todos los poderes públicos autónomos e independientes y están dispuestos a permanecer en la calle.
¡Por una Venezuela libre y de los venezolanos, manos a la obra!
@ltizaguirre
