El 5 de enero del 2020 militares impedir el paso a periodistas a la Asamblea Nacional, en Caracas. (Foto EFE)

A Diego siempre le interesó el mundo deportivo. Desde que tenía 14 años, incorporó a su rutina un hábito que con los años se convirtió en pasión: todos los días, sin falta, leía los trabajos periodísticos que publicaban dos de los principales diarios españoles especializados en deportes, Marca y As, en sus respectivos sitios web. Fue así como descubrió la importancia del periodismo en el ámbito deportivo y en la vida de personas que, como él, se mantienen informadas sobre los temas que les interesan gracias al trabajo de los periodistas detrás de cada crónica, reportaje, entrevista y artículo de opinión sobre algún partido o competición.

Entender esa conexión entre el periodismo y el deporte, como un servicio que les permite a los demás mantenerse informados sobre las cosas que les interesan, fue determinante para su vida. Hoy, con 23 años de edad, Diego Bolívar estudia sexto semestre de Comunicación Social en la Universidad Arturo Michelena, en San Diego, Carabobo, y trabaja como pasante de la fuente deportiva en la pequeña redacción que le da vida a El Carabobeño.

Aunque lleno de dudas cursó algunos semestres de la carrera de Contaduría Pública en la Universidad de Carabobo, sus años de lectura fiel de Marca y As le revelaron el camino que lo llevó a descubrir una vocación cuyo ejercicio, aseguró, lo hace feliz. “Lo que más disfruto del periodismo son las crónicas, porque a través de ellas puedo hacer que las personas vivan o imaginen lo que ocurrió en un partido, aunque no lo hayan visto”, dijo. También le gusta el análisis de las estadísticas deportivas, las entrevistas y sueña con escribir en los dos medios que le sirvieron de inspiración.

Entre sus referentes están consolidados periodistas especializados en la fuente deportiva, como Fernando Petrocelli, Federico Rojas, Alex Candal y Humberto Turinese. Pero también las veteranas periodistas de El Carabobeño Carolina González, jefa de Redacción y Beatriz Rojas, reportera con más de tres décadas de experiencia. “A pesar de que no están relacionadas con los deportes (Carolina y Beatriz), admiro el trabajo que realizan por su disciplina, constancia y compromiso al informar a la gente”.

Pese a que la pasión y las incansables ganas de informar son el combustible que mantiene encendida la llama de los periodistas venezolanos, desde los más jóvenes y todavía estudiantes como Diego, hasta los más curtidos reporteros y corresponsales dentro y fuera del país, una dura realidad dificulta cada vez más el trabajo periodístico: “la libertad de prensa en Venezuela se encuentra en su momento más oscuro”. Así lo advirtió la junta directiva nacional del Colegio Nacional de Periodistas (CNP) el pasado 3 de mayo, cuando se conmemoró el Día Mundial de la Libertad de Prensa.

Según Bitácora de Riesgos, un estudio elaborado por el capítulo venezolano del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) sobre la situación de violencia contra periodistas, entre 2019 y marzo de 2021 fueron contabilizados 481 casos de restricciones y ataques. La intimidación, las detenciones arbitrarias y las agresiones físicas fueron los tipos de violaciones más comunes sufridos por los profesionales de la comunicación en Venezuela. Carabobo ocupa la quinta posición entre los cinco estados en los que ocurrieron la mayoría de las violaciones.

Se trata de una situación alertada incluso por la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien en un informe sobre Venezuela, publicado en julio de 2020, concluyó: “Los periodistas y los defensores de los derechos humanos que critican al Gobierno siguen siendo objeto de intimidación y difamación pública”. El cóctel de ataques intimidatorios, aunado a la crisis generalizada, también ha provocado el empequeñecimiento del gremio dentro del país. Son cientos los periodistas que actualmente forman parte de los más de cinco millones de migrantes y refugiados venezolanos.

Foto cortesía: Harold Escalona

Recomponer el tejido social

Cuando ya se acercaba el momento de elegir cuál carrera estudiar tras graduarse del colegio, Florantonia no lo tenía muy claro. “Uno sale de bachillerato lleno de incertidumbre y poco claro con respecto a sus vocaciones”, sostuvo. Su única certeza era la inclinación que siempre había tenido hacia la idea de escribir. Fue gracias a la orientación de sus profesores de literatura que terminó aplicando para Comunicación Social. Además, el hecho de estar familiarizada con los medios -por tener una madre dedicada al activismo vecinal- también influyó en su decisión.

Florantonia Singer, integrante de El Bus TV, resaltó la importancia de que retorne a la cotidianidad del venezolano la presencia del periodista en las calles, como un actor más de la sociedad. Y es justamente eso lo que promueve desde El Bus TV, una alternativa para comunicar desde lo local, lo offline, lo innovador y lo colaborativo, en medio de un entorno hostil y condiciones adversas para la prensa.

“En este contexto particular de Venezuela, los periodistas están para -de alguna manera- ir recomponiendo ese tejido social que sin dudas es lo que sostiene a las democracias”, aseguró la también corresponsal de El País en Caracas.

De su trabajo lo que más disfruta es poder hablar con la gente, igual que consultar fuentes y especialistas sobre diversos temas. Se describió a sí misma como una esponja que va recogiendo todo lo que le dicen y lo convierte en aprendizaje constante. “Yo creo que ese es un privilegio de este oficio”, resaltó. “También disfruto cuando los trabajos tienen impacto. Eso es algo que en Venezuela se ha ido perdiendo un poco por la censura y el arrinconamiento que le ha hecho el gobierno a los medios”.

Convertirse en testigos de la historia

“Yo no tenía ni idea de lo que iba a estudiar cuando estaba en bachillerato. Cada 15 días cambiaba de intención: veterinario, arquitecto, sociólogo, economista. En algún momento me sentí atraído hacia la publicidad y el mundo del espectáculo”, confesó Unai. Inicialmente pensó en cursar un grado técnico de tres años de Publicidad y Mercadeo en el Instituto Nuevas Profesiones, pero su padre lo convenció de estudiar una carrera universitaria completa. Fue así como terminó estudiando Comunicación Social, mención Publicidad, en la Universidad Católica Andrés Bello, con una meta clara: convertirse en publicista.

Pero el destino condujo a Unai Amenábar hacia un camino diferente: lo llevó a ser una de las caras más conocidas del periodismo en la televisión nacional. Recién graduado, comenzó a trabajar como redactor en Venezolana de Televisión, cuando Federico Alberto Ravell era el presidente del canal. Luego pasó a El Observador, en Radio Caracas Televisión (RCTV). “Ahí ya me olvidé de la publicidad y me enamoré del periodismo. Fue después de graduado”, señaló.

Fue ancla de El Informador en Venevisión por 17 años, columnista de El Universal por 15 años y ahora locutor de Agenda Éxitos. “Uno le va encontrando el gusto a ser testigo de la historia y a la posibilidad de contar lo que está pasando. En mi caso, con el pasar de los años le fui encontrando cada vez más el sentido a ejercer esta profesión”, agregó. A su juicio, las restricciones no amilanan las ganas de los periodistas de hacer su trabajo, sino todo contrario.

Forro referencial

Cifras de una profesión asediada, según IPYS:

-Seis reporteros han sido limitados
En lo que va de junio, durante coberturas de operativos de vacunación.

-374 ataques contra medios y periodistas
Que acumularon 636 violaciones a las garantías informativas en 2020.

-Solo 20 medios impresos, de 130 registrados
Circulaban para abril de 2021.

-110 medios de papel dejaron de circular
En todo el país desde 2009.

-4.262 evidencias de censura
En entornos digitales durante 2020

-Tres emisoras radiales fueron cerradas
En los primeros tres meses de 2021

Elyangélica se dio cuenta desde temprana edad de que quería ser periodista. Oriunda de Barquisimeto, en su casa nunca faltaba el diario El Impulso. Tenía unos 10 años cuando comenzó a interesarse por el periódico: primero veía las tiras cómicas y luego pasaba a los titulares que le parecían llamativos. Recuerda bien los de la Guerra del Golfo. Aunque para ese momento no entendía la mayoría de las notas, fue así como nacieron sus ganas de profundizar e investigar.

“Recuerdo también cuando era pequeña y veía los noticieros en la televisión, agarraba un cepillo redondo y repetía como un lorito lo que iban diciendo, aunque muchas de las cosas no las entendía. Recuerdo a Luis Guillermo García de El Observador con un reportaje del metro y me pareció increíble”, detalló Elyangélica González, hoy convertida en reportera de Univisión Noticias en los Estados Unidos, tras un largo paso por la televisión nacional de Venezuela.

Ella, como muchos otros periodistas, forma parte de la creciente diáspora venezolana. Salió del país luego de protagonizar en 2017 un brutal episodio de agresión por parte de varios efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, quienes la golpearon y le arrebataron su celular cuando se encontraba haciendo una cobertura informativa a las afueras de las sede del Tribunal Supremo de Justicia en Caracas.

“A veces la gente cree que hacer periodismo es lucir bonitos en pantalla nada más y bueno, la imagen es importante, pero lo más importante es el contenido y lo que la gente necesita saber. Que la información sea útil siempre”, expuso. “Debe ser una información responsable, confirmada, verificada y con contraste, porque nuestra profesión cambia vidas en algunos casos”. Es fiel creyente, además, de que el periodismo es una carrera vocacional que implica amor por la gente y por servir como periodista para ser el enlace entre quién tiene un problema y la posible solución a ese problema.

No dudó al afirmar que siempre va a valer la pena ejercer como periodista. “Aunque se luche contra muchas adversidades, aunque se ponga en riesgo la vida. Al final, una denuncia o cualquier información que se dé para que arreglen una calle, para que cambien una política, para que ya no ocurran ciertas cosas por negligencia, cuando se denuncia directamente a un funcionario que no está haciendo su trabajo, todo eso tiene un fin y es que no vuelva a pasar, por eso nuestro trabajo es tan importante”, apuntó.

Periodistas
(Foto Referencial)

Asumir el periodismo como deber patrio

Carla se graduó de bachillerato con apenas 15 años. Cuando llegó el momento de elegir la carrera que estudiaría no le costó demasiado tomar la decisión. “Me vino a la mente todo lo que había hecho mi padre”, aseveró. Llegó a Globovisión como pasante, siendo todavía estudiante de Periodismo, gracias a la recomendación de la periodista Nitu Pérez Osuna. “Lo demás es una historia de 18 años que recuerdo con mucho amor y el final con mucha tristeza, por las razones por las que tuve que renunciar. Pero fue mi gran escuela definitivamente”.

Desde hace varios años Carla Angola se encuentra radicada en EE.UU., país que recientemente le concedió la nacionalidad. Sin embargo, aunque salió de Venezuela, nunca dejó al país ni a sus compatriotas atrás. “Aún cuando yo no estoy allí, me siento cada vez más en la obligación de ser tribuna para mis connacionales, ser voz para quienes no la tienen o no la pueden usar”, explicó. Para ella, se trata de un deber patrio como venezolana y como comunicadora social, porque el periodismo tiene como misión principal ser un servicio publico.

Fue enfática al señalar que en el ejercicio periodístico siempre deben prevalecer los principios y valores. “Por eso es que yo no creo en eso de la objetividad, aunque vaya en contra de la academia, porque somos seres subjetivos y vemos las cosas desde la óptica de nuestros principios y valores. Y eso está bien, porque significa que hay honestidad en nuestra forma de comunicar. Yo no creo en otra forma de hacer periodismo sino en esa”.

El contacto con la gente como intermediario con la información. Eso es lo que más disfruta Sergio del ejercicio periodístico. Durante los casi dos años en los que estuvo estudiando Urbanismo en la Universidad Simón Bolívar jamás se imaginó que podría llegar a convertirse en la personalidad que hoy es: un reconocido periodista.

Sergio Novelli, ancla de Al Día con Sergio, por VPI TV, está convencido de que el rol de los periodistas en el contexto actual cobra mayor sentido, no solo porque están para informar a la gente, sino porque también tienen el deber de combatir la desinformación.

Motivaciones para seguir:

Florantonia Singer, corresponsal en Caracas de El País e integrante de El Bus TV:

“El periodismo, bajo cualquier contexto, siempre va a valer la pena. Tenemos un rol dentro de la sociedad que está clarísimo: contar lo que los poderosos no quieren que se sepa, ser contralores del poder y darle voz a quienes no la tienen. Ese es un rol que no hemos perdido en medio de los cambios que ha dado el mundo, sino que más bien se ha hecho más necesario”.

Unai Amenábar, periodista, ex ancla de Venevisión y locutor en Agenda Éxitos:

“En la medida en la que haya más censura, más controles y más limitaciones en un país como Venezuela, donde todos los días están pasando tantas cosas, pues más que nunca vale la pena ser periodistas”.

Elyangélica González, periodista venezolana y reportera de Univisión Noticias en Estados Unidos:

“Para mí lo más importante es ejercer un periodismo responsable, no propagandístico y capaz de increpar a la autoridad para que responda. Yo sí creo que hay muchos motivos para seguir ejerciendo un periodismo humano, responsable, ético y adaptado a estos tiempos. La gente quiere más humanidad, quiere poder contar con periodistas que sean parte de la comunidad y que también les duela esa comunidad”.

Carla Angola, periodista venezolana radicada en Estados Unidos y ancla de EVTV Miami:

“Ser útil para quienes me siguen y confían en mi trabajo me da una gran satisfacción y me hace sentir una plenitud absoluta. Creo que no hay mayor recompensa que esa. No se hace esto por los aplausos, ni por los lauros, sino porque haya una oportunidad de mejorar el destino de alguien. No hay una meta ni un propósito más sublime en el periodismo que cambiar vidas”.

Sergio Novelli, periodista venezolano radicado en Estados Unidos y ancla de VPI TV:

“Vale la pena seguir ejerciendo como periodistas porque nuestra función está enfocada, desde el principio, en ayudar a otros. Además, tenemos un compromiso con la verdad, aunque a muchos no les guste, porque esa también es parte de nuestra función: decir lo que a otros no les gusta que se diga e informar siempre con precisión”.




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