Los días de prosperidad quedaron en el pasado para el sector cauchero. La antigua planta Pirelli de Venezuela pasó de producir un millón 200 mil cauchos anuales a solo 15 mil 916 al finalizar el 2020, lo que representa una caída en su producción 98,7 %, de acuerdo a Luis Alberto Álvarez, secretario general del sindicato de trabajadores de la empresa.
La compañía, con capacidad instalada para fabricar 100 mil unidades al mes, estima producir unos 150 mil neumáticos en total, entre convencionales, de motocicletas y radiales, al cierre de este 2021. “Esto representa 12,5 % de la producción, sin embargo es mucho mejor de lo que hemos hecho en los últimos años”, señaló el sindicalista.
Enero ya entró en su tercera semana y los tres fabricantes de cauchos de Carabobo, la antigua Pirelli, Bridgestone Firestone y Black Eagle (antigua Goodyear), mantienen sus santamarías abajo luego de otro año de contracción al que se le sumaron todas las dificultades derivadas de la pandemia de COVID-19 y la crisis generalizada por la que atraviesa el país.
Se espera que la antigua Pirelli arranque operaciones el próximo lunes 25 de enero, con la fabricación de neumáticos convencionales y de motocicletas, detalló el dirigente sindical durante una entrevista con el periodista Ricardo Graffe a través de Unión Radio Valencia. En el caso de Bridgestone Firestone, tienen previsto arrancar entre marzo y abril.
A juicio de Álvarez, la industria del caucho en la entidad carabobeña registra una caída sostenida desde 2016, lo que ha traído como consecuencia el incumplimiento de los beneficios contractuales y la merma de los bonos de producción de los trabajadores de este sector.
“Cuando las cosas estaban bien, los caucheros éramos los mejores pagados entre todas las industrias a nivel nacional”, recordó. “Todas las empresas quieren es pagar por bonos de producción, mientras nuestro salario está pulverizado y no se gana nada para las vacaciones ni prestaciones”.
Actualmente la nómina de la antigua Pirelli está conformada por casi 600 trabajadores. De ese total, al menos el 50 % se encuentra suspendido, por lo que la empresa le paga un sueldo a alrededor 300 trabajadores “sin hacer nada” porque se niega a ofrecerles un paquete de liquidación justo. “A un trabajador de 20 años le quieren dar una miseria”, agregó.
Para el representante del sindicato el actual ingreso mínimo de 400 mil bolívares mensuales que devengan los venezolanos es una burla y no alcanza “ni para comer un solo día”. Es por eso que instó al Ejecutivo a ajustar el salario a un monto acorde al precio de la cesta básica.
Competencia desleal
El vocero del sindicato de la antigua Pirelli expuso que en medio de “la peor época” que han atravesado, los trabajadores mantienen sus esperanzas puestas en que el gobierno implemente el pago de aranceles a las importaciones de cauchos desde China y otros países, ya que se generó una competencia desleal en la que la producción nacional resulta desfavorecida.
Según su declaración, la cantidad de cauchos chinos que han sido importados hasta la fecha es suficiente como para abastecer gran parte del mercado venezolano por más de 10 años. “No es fácil la situación porque eso va a mermar nuestra producción nacional y para que este país salga adelante tenemos que reactivar nuestra producción, que se venda la nuestro y exportar, pero hay muchos cauchos chinos que ya trajeron sin pagar impuestos”.
Fue en septiembre de 2018 cuando el fabricante de cauchos trasnacional cesó sus operaciones en su planta de Guacara, al oriente de Carabobo, alegando que no podía asumir el pago del aumento salarial decretado por el gobierno de Nicolás Maduro para ese entonces. Las instalaciones fueron vendidas al consorcio Sommers International, que aparece en el listado de la investigación sobre paraísos fiscales Panama Papers.
