A escasos meses de las elecciones presidenciales a producirse en el 2018, tenemos que entender que los partidos integrantes de la Oposición no pueden seguir jugando con la buena voluntad de los opositores, ofreciendo un diálogo insincero en el cual una cosa decimos hoy y otra hacemos mañana.
En la actualidad y vistos los errores cometidos, es necesario un crudo y real análisis del porqué no se han logrado los objetivos electorales posteriores a las elecciones de diciembre 2015 para la AN y porque se ha deteriorado más aún la credibilidad y el apoyo de la ciudadana hacia la MUD.
Dentro de la Oposición tenemos que reordenar la forma de asumir los retos políticos nacionales e internacionales, sociales y económicos que se avecinan en un futuro próximo, para lo cual es necesario refrescar los actores políticos de la MUD y las ideas para establecer un dialogo donde nos reconozcamos y comprendamos que lo importante es Venezuela y no los intereses personales.
La MUD en este momento tiene que tomar las banderas del reclamo social para que la ciudadanía vuelva a confiar en ella, mas allá de decir quienes son los candidatos para tal o cual puesto en una elección. La ciudadanía aspira y desea ver que se lucha unitaria y contundentemente en favor de los DDHH, de la liberación de los presos políticos, de la urgente agilización del canal humanitario, de la solución al problema de la salud de los venezolanos, entre otras exigencias sociales, pero que esa lucha no sea simplemente para estamparlo en un papel.
Los políticos tienen que entender que requieren del apoyo de los ciudadanos y que estos requieren del apoyo de los políticos en sus reivindicaciones sociales, de lo contrario no habrá unidad de objetivo. Cuando la ruta social y la política se unen siempre se obtiene un triunfo electoral avasallante.
¡Por una Venezuela libre y de los venezolanos…manos a la obra!
@ltizaguirre
