«¿Las líneas rojas? Ésas serían las probables amenazas desde ese territorio (Ucrania) hacia nosotros. Si ellos (los aliados) continúan de esta manera, si estacionan y despliegan sistemas de ataque en territorio ucraniano, el tiempo de vuelo hasta nuestras fronteras, hasta Moscú, sería de 5 a 7 minutos», señaló Putin en el Foro de Inversiones VTB «Rusia llama».
«¿Y qué deberíamos hacer nosotros? Tendremos que crear algo similar para responder a los que nos amenazan. Y podemos hacerlo», indicó Putin.
Recordó que Rusia ha ensayado el misil de crucero hipersónico «Tsirkon», capaz de volar a una velocidad nueve veces mayor que la del sonido y alcanza su objetivo «también en 5 minutos».
Putin dijo este mes que el misil hipersónico llegará a la Armada rusa a principios de 2022, lo cual deberían tener en cuenta al acercar su infraestructura militar a Rusia.
Nuevamente Putin instó a occidente a utilizar el sentido común. «Así que aquellos que dan esas ordenes (de acercarse cada vez más a las fronteras de Rusia) deberían pensar probablemente en esto. Y esas amenazas son las líneas rojas para nosotros», recalcó.
El líder ruso subrayó que hace 20 años Rusia y Occidente eran «casi aliados», pero pese a las advertencias de Moscú, la OTAN «acercó su infraestructura militar cada vez más a nuestras fronteras». «¿Por qué? No hay una respuesta sólida a esto», dijo.
El mandatario recordó asimismo que EEUU tiene en Polonia y Rumanía sistemas de defensa antimisiles y lanzaderas MK-41 que pueden ser equipadas con misiles Tomahawk, además de haberse retirado en 2002 del tratado antimisiles y en 2019 del de eliminación de misiles nucleares de corto y medio alcance (INF).
También denunció «maniobras de gran escala no anunciadas» en el mar Negro y el reciente sobrevuelo «de bomberos estratégicos con armas de alta precisión y la posibilidad de estar armadas con armas nucleares a solo 20 kilómetros de la frontera rusa».
«Definitivamente eso es una amenaza para nosotros», recalcó.
No obstante, Putin expresó su esperanza de que éstos «no vayan tan lejos y que prevalezcan el sentido común y la responsabilidad».
Putin solo tocó marginalmente las acusaciones de Occidente y de Kiev de la concentración de más de 90 mil tropas rusas en la frontera con Ucrania y los presuntos planes del Kremlin de atacar al país vecino en invierno.
De la posible entrada de fuerzas rusas a Ucrania se habló previamente cuando hubo los ejercicios Zapad-2021, «pero nada ocurrió».
Ahora, dijo, no se trata de invadir con tropas rusas Ucrania o de librar una guerra. «No, deberíamos mejorar las relaciones para un desarrollo más justo y estable, unas relaciones que tengan en cuenta los intereses de seguridad de todos los miembros de la comunidad internacional. Si trabajamos en esta dirección, nadie se sentirá amenazado».