Médicos residentes de neurocirugía de la Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera denunciaron que fueron víctimas de presuntos atropellos por parte de directivos de ese servicio y de funcionarios de seguridad de Insalud.
Este centro de salud es el único del estado donde se dicta el postgrado de neurocirugía, que se imparte durante cinco años.
Los afectados relataron que, supuestamente por incumplir un procedimiento administrativo, el pasado jueves 18 de los corrientes uno de ellos fue sometido a tratos no acordes con su condición de médico cirujano.
Residentes de neurocirugía de la CHET denuncian atropello
Según el relato, ese día el médico laboraba en el área de emergencia. Un trabajador, que se identificó como miembro de seguridad del hospital, le indicó que debía subir a un vehículo con vidrios polarizados. El carro no tenía ningún tipo de identificación del supuesto cuerpo de seguridad del Estado. Le ordenaron que entregara la cédula y el teléfono celular, porque supuestamente así lo había solicitado el jefe del servicio, Gavrik Trompiz.
Posteriormente fue llevado en el vehículo al área de seguridad de la Chet. Allí fue interrogado sin permitirle que se comunicara con su abogado por teléfono y sin orden judicial previa.
El joven médico indicó que quería retirarse. Le dijeron que no podía hacerlo, supuestamente por orden de Narciso Gutiérrez, jefe de investigaciones de la ciudad hospitalaria.
Lo retuvieron en el sitio sin orden judicial y le revisaron todas sus pertenencias. Al poco tiempo le indicaron que debía presentarse a una reunión ante el jefe del servicio , pues de lo contrario «sería puesto preso para que sea serio”.
Supuestamente todo esto ocurrió mientras se encontraban presentes en el edificio de seguridad del hospital la directora de la Chet, Lisbeth Arevalo, y el jefe de servicio de Neurocirugía, Gavrik Trompiz.
La historia de una acción desmedida
El origen de esta situación, según el grupo de residentes, fue propiciada por el propio jefe del servicio de neurocirugía.
“Para solicitar planes quirúrgicos y anestésicos se requiere la firma del especialista, el doctor Gavrik Trompiz. Pero él, desde hace dos meses, como no hace vida a diario en el hospital y va es a disponibilidad, deja un stock de hojas firmadas y selladas para la solicitud de esos cupos”, informaron.
El jueves 18 de abril, el doctor Trompiz pidió un nuevo plan quirúrgico. Preguntó cómo lo hicieron si ya los formatos que él había dejado se terminaron.
“Le dijimos que le sacamos copias a esas hojas que él dio para tener cómo pasar el plan. Nosotros vemos al doctor una vez a la semana, los días martes cuando opera, en ocasiones va los días viernes para labores administrativas. Pero el doctor se indignó y el problema no está en el hecho de que él pueda molestarse porque se habían fotocopiado las hojas, sino en que alega que el médico residente se saltó todos los canales regulares para tratar el problema. Amenazó a nuestro compañero, diciéndole que si él no renunciaba al postgrado se la iba a ver muy mal él y su familia”.
La segunda reunión
El lunes 22 de abril hubo una reunión en la dirección del hospital, en la cual intentaron participar los 11 residentes de neurocirugía, pero solo se permitió el acceso de tres de ellos. El resto fue sacado del área por funcionarios de la PNB, no sin antes ser presuntamente amenazados de ser retirados del postgrado si insistían en la defensa de su colega.
Como resultado de la reunión, tres residentes, incluyendo al que fue retenido ilegalmente, recibieron el martes 23 de abril una suspensión de sus funciones por tres meses. Esta decisión perjudica su formación académica.
Los médicos denunciantes refieren que ante cualquier eventualidad de carácter administrativo, lo que procede es una amonestación verbal por parte del jefe del servicio. Nunca debe registrarse una situación como la que se presentó.
Los jóvenes consideran que se les están violando sus derechos humanos. Se sienten hostigados por la jefatura del servicio y la dirección del hospital, cuando se les amenaza con destituirlos y etiquetarlos como “simples residentes”. Están obviando que son médicos cirujanos de la república, egresados de universidades reconocidas. La situación fue denunciada ante el Colegio de Médicos del Estado Carabobo.
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