Un 30 de Marzo de 1853, llegó al mundo uno de los grandes maestros de la pintura, Vincent Van Gogh. Considerado por muchos como el máximo exponente del postimpresionismo, nació en Zundert, al sur de los Países Bajos, en el seno de una familia humide dedicada al pastoreo.
El joven Vincent fue siempre autodidacta y con un fuerte temperamento. Estudiante problemático, abandonó la escuela los 16 años para introducirse en el mundo que más le fascinaba, el de arte. Entro a trabajar en una compañía de comercio de arte de La Haya, tras su paso por Londres, París y Amsterdam, se instaló en Bruselas donde comenzó a dar sus primeros pasos serios como artista con respaldo incondicional de su hermano Theo, su gran valedor cuya muerte le sumió en una gran depresión
Van Gogh se quitó la vida en Francia en 1890. Sus 37 años de existencia estuvieron llenos de altibajos y capítulos turbios y oscuros, aunque eso no le impidió desarrollar su talento. Un arte que no le fue reconocido en vida, pero que sí le permitió pasar a la historia como uno de los pintores más afamados de todos los tiempos.
Sus obras

